UNA VECINA DE USHUAIA LO ACUSA DE HABERLE SUSTRAIDO 189 MIL 300 PESOS SIMULANDO UN ALLANAMIENTO DE DOMICILIO EN BASE A UNA ORDEN JUDICIAL APOCRIFA.
El agente de Policía Hernán Darío Paganini, quien prestaba funciones hasta el viernes 6 de octubre pasado en dependencias de la Comisaría 2da, sita en la esquina de Olegario Andrade y Goleta Florencia, en Ushuaia, fue procesado por la jueza María Cristina Barrionuevo, a cargo del Juzgado de Instrucción Nº 2 del Distrito Judicial Sur, por considerarlo probable autor penalmente responsable de cometer el delito de estafa, trabándole además un embargo de 200 mil pesos.
El apartamiento de sus funciones y el retiro del arma reglamentaria por parte de autoridades de la institución policial se produjo el mismo día 6 del mes pasado y se debió a la radicación de una denuncia por parte de una vecina, referida a una presunta estafa que habría tenido al uniformado como autor.
Según Diario Prensa informó en aquella fecha, el efectivo fue acusado de haber teatralizado un allanamiento judicial con una orden de secuestro apócrifa, además de simular un llamado telefónico a un superior.
La información recabada da cuenta que Basilia Bedia Pacara, de nacionalidad boliviana, se presentó en sede policial a pedir explicaciones acerca del supuesto procedimiento en el que le habían decomisado alrededor de 200 mil pesos de su propiedad. Grande fue su sorpresa cuando en la Comisaría le dijeron que no existió orden de allanamiento alguna, quedando en evidencia que todo habría sido una puesta en escena de Paganini, para alzarse con la suma mencionada.
La mujer explicó que el efectivo se había presentado en su casa, solo y uniformado, refiriendo que estaba ejecutando una medida ordenada por la Justicia para incautar “todo el dinero que hubiera en el lugar”, producto de una operación inmobiliaria que había realizado la denunciante. La mujer agregó también que el policía le exhibió una orden judicial que ella creyó verdadera, como así también confió en que la conversación telefónica que en su presencia simuló mantener el efectivo con un juez, era real.
Una vez que se sobrepuso al estupor y con el convencimiento de que había sido estafada, la presunta damnificada procedió a efectuar una denuncia formal contra el policía.
PASE A DISPONIBILIDAD
Anoticiadas las autoridades de la Jefatura de Policía, se iniciaron rápidamente acciones sumariales y una investigación interna que incluyó el retiro del arma reglamentaria y la notificación al imputado de que se había dispuesto su pase a disponibilidad hasta tanto se esclarezca completamente la responsabilidad que le compete en los hechos denunciados.
Ordenado por el Juzgado de turno, integrantes de la División Delitos Complejos ejecutaron el allanamiento del domicilio de Hernán Paganini, en la calle Isla Año Nuevo al 160, en el Barrio Felipe Varela, en donde se halló una suma inferior a la referida por la denunciante.
El 14 de noviembre último, la jueza Barrionuevo consideró que existen suficientes elementos que comprometen al uniformado en los hechos que se le imputan, disponiendo su procesamiento y embargo.
LOS HECHOS
El expediente judicial refiere que el 2 de octubre del corriente año, entre las 13 y las 15, en una vivienda del asentamiento Mirador Ushuaia, el policía Hernán Paganini habría inducido a error a Basilia Bedia Pacara, mediante un ardid, quien como consecuencia de ello le entregó voluntariamente la suma de $189.300.-
El efectivo policial tenía conocimiento de la existencia de dicho dinero, a raíz de una intervención en ese mismo domicilio, en la que él participó con otros camaradas, el sábado 30 de septiembre, es decir dos días antes.
Paganini había formado parte de la comitiva policial que acompañó a un grupo de empleados municipales que debía efectuar un relevamiento habitacional en los asentamientos del sector alto de la ciudad.
En momentos en que la mujer boliviana era censada, Paganini y sus camaradas escucharon que la mujer les contaba a los municipales que ella había vendido su casa a una persona que le había pagado 200 mil pesos en concepto de seña, pero que se los pensaba devolver para dejar sin efecto la operación y poder acceder a la titularidad del terreno en el que irregularmente se encuentra.
De la resolución dictada por la jueza María Cristina Barrionuevo se desprende que como el uniformado tenía conocimiento de que en la vivienda de Bedia Pacara había dinero producto de la operación inmobiliaria que ella misma había contado, usó esa información para armar una estrategia con el fin de engañarla. Paganini le habría dicho a su presunta víctima que existía una denuncia penal en su contra, de quien le había entregado la seña, y que con motivo de ello, el Juzgado había ordenado el allanamiento del domicilio. También le habría advertido que debía entregarle el dinero de dicha operación de compraventa, “si no deseaba resultar grávemente perjudicada”. La maniobra habría sido llevada a cabo por el imputado vistiendo uniforme policial y portando una carpeta con hojas selladas. De esta manera simulaba la realización de un acto formal, constituyendo así, “un ardid idóneo para provocar el error en la damnificada”, consideró la magistrada. Como consecuencia de ese accionar, Bedia Pacara“cayó en un conocimiento viciado de la realidad, es decir, en un error, al creer que era real el hecho que el Juzgado ordenaba que el agente policial estaba autorizado para llevarse el dinero”, se describe en el escrito.
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