YA HAY TRES SUJETOS IDENTIFICADOS COMO AUTORES DE LOS DESMANES OCURRIDOS EN EL CONCEJO DELIBERANTE.
Aunque en un principio todo parecía que iba a quedar en la nada, como un hecho más de los que un sector del sindicalismo fueguino intenta acostumbrar a la ciudadanía, afortunadamente los responsables de impulsar la acción penal – además de los damnificados directos – recapacitaron y se comprometieron públicamente a hacer las denuncias correspondientes.
Tal vez la reiteración del tratamiento del tema en las páginas de Diario Prensa pudieron hacer reflexionar acerca de la gravedad institucional de lo ocurrido, el peligro para los organismos democráticos si se echaba un manto de indulgencia sobre lo ocurrido y la creación de un antecedente de impunidad ante el riesgo real que corrieron los empleados, el público y los concejales.
LOS HECHOS
El martes volvió a instalarse un viejo tema de debate en el que nunca las partes terminaron de ponerse de acuerdo. Integrantes de la Asociación de Taxis (propietarios de licencias), de la Cooperativa de Transporte TDF y del Sindicato de Peones de Taxi, SIPETAX (choferes no
propietarios) otra vez se enfrentaron dialécticamente acerca del tipo de relación laboral que deben tener quienes manejan un vehículo de transporte ajeno, para después hacerlo física y violentamente. Actualmente ese vínculo es a través de la Cooperativa de Transporte TDF, que los convierte en monotributistas. A esto se opone el SIPETAX que en su postura de exigencia de que sus afiliados sean
reconocidos como empleados en relación de dependencia, irrumpió en el recinto con un grado de beligerancia que convirtió el lugar en un pandemónium. Munidos de palos, de caños de gas, y elementos de pirotecnia, varios afiliados del SIPETAX, con Víctor La Cruz y además representante remunerado ante el Ejecutivo Municipal de la Comisión Permanente de Aplicación de las Relaciones Laborales, Co.P.A.R.L., a la cabeza, golpearon a María del Mar Rodríguez, de la Cooperativa de Transporte TDF y al policía federal y cooperativista Nro 318 de esa entidad, Alejandro Orestes Ribero, quien debió ser internado en el sector de terapia intensiva de la Clínica San Jorge.
En el momento más álgido de los disturbios, un irresponsable arrojó sobre la alfombra un elemento de pirotecnia, tipo bengala, causando un gran estruendo y pánico entre todos los presentes, ante la posibilidad de que se hubiera generado fuego y un incendio de consecuencias impensables.
LA INVESTIGACION: Un hombre, un menor y una mujer, identificados
Tres personas fueron identificadas como probables autores de los hechos de violencia ocurridos en el Concejo Deliberante de Ushuaia. Todos fueron notificados de derechos y garantías y aunque ninguno fue privado de su libertad, se encuentran vinculados ahora a distintas causas penales.
EZEQUIEL AYALA LA CRUZ
En las filmaciones existentes se puede apreciar claramente el momento en que un individuo con gorra negra con visera, desde atrás de un grupo de personas, arroja un elemento de pirotecnia que impacta contra un sector del mobiliario y de los equipos de audio del organismo. Inmediatamente se produce un fogonazo y un estruendo.
Nadie se explica cómo a alguien se le ocurrió semejante acto demencial que pudo haber derivado en un incendio que retrotrae a lo ocurrido en el local Cromañón, en donde por una bengala, terminaron muriendo 194 personas.
Con el material fílmico y varios testimonios, la Justicia dispuso durante el fin de semana el allanamiento de una vivienda ubicada en la calle Cipriano Reyes 2771, en el Barrio San Vicente de Paul, lugar en donde se domicilia Ezequiel Ayala La Cruz. En ese lugar personal policial de la División Servicios Especiales secuestró prendas de vestir que coinciden plenamente con las que llevaba puestas Ayala en los videos en los que se lo ve arrojando la bengala.
En esa misma ocasión se notificó a Ezequiel Ayala La Cruz, de derechos y garantías.
Se descubrió así que el sujeto que demencialmente arrojó el elemento de pirotecnia, está directamente vinculado al promotor de los disturbios, el dirigente del SIPETAX, Víctor La Cruz. Es su sobrino.
UN SUJETO DE 17 AÑOS, EL AUTOR DE LA AGRESION A RIBERO
El socio Nro 318 de la Cooperativa de Transportistas de Tierra del Fuego, Alejandro Orestes Ribero, de 43 años de edad, quien además es bombero de la Policía Federal, fue atacado con un elemento contundente. Mareado, por momentos con lagunas mentales, debió ser alojado en terapia intensiva de la Clínica San Jorge. Presentaba fractura de tabique nasal con profuso sangrado y conmoción cerebral.
Ribero nunca pudo ver a su agresor porque fue sorprendido desde un costado pero sí hay testigos que presenciaron la escena.
Todos sindican a D.A.D como autor del ataque. Amparado por su condición de menor de edad (inimputable hasta que cumpla los 18) y vestido con una campera de color anaranjado rojizo y pantalón de jogging claro, el probable agresor de Ribero le rompió al trabajador del volante la cara con el mismo caño de gas con el que se lo ve parado en la entrada del Concejo Deliberante (ver fotografías).
La situación del individuo es comprometida ya que su minoría de edad no lo excluye de ser procesado en los próximos meses cuando cumpla los 18 años, para la total dilucidación de su autoría en los hechos que damnificaron a Ribero.
El fin de semana, policías de la Comisaría de Familia y Minoridad ejecutó una orden de allanamiento librada por el Juzgado Minoridad, en el domicilio del sujeto, en el asentamiento El Escondido.
En este caso como en el anterior el resultado también fue positivo: se encontró la campera que vestía D.D y también un encendedor.
Por su condición de menor de edad no puede pertenecer a ninguna de las tres partes en pugna: no puede ser propietario de una patente, ni chofer ni cooperativista, por lo que se deduce que al igual que ocurrió con Ezequiel Ayala La Cruz fue llevado al Concejo Deliberante para causar disturbios y lesionar a personas con el caño de gas que portaba.
MARIA CLAUDIA LOBADINO
Quedó claro en la 5ta sesión del Concejo Deliberante que el Sindicato de Peones de Taxis, SIPETAX, liderado por Víctor La Cruz, ideó una estrategia de provocación y agresión premeditada.
Y como parte de ello actuó la administrativa de ese sindicato, identificada como María Claudia Lobadino quien junto a otra mujer más joven y enfundada en un pasamontañas para ocultar su rostro, se dedicaron todo el tiempo a gritar de manera constante y zumbona, todo tipo de insultos de manera tan prosaica que hasta en un momento los hombres presentes hicieron silencio incrédulos ante la literal diarrea verbal femenina.
La mujer que ocultaba su cara sería precisamente su hija, incursa en otra causa por haber participado de la muerte de un caballo a mazazos, hecho que repudió el año pasado la sociedad local.
María del Mar Rodriguez denunció a María Claudia Lobadino debido a que la última nombrada la golpeó en la cabeza con un palo, causándole lesiones que fueron certificadas y adjuntadas a la causa, además de insultarla y amenazarla.