FUE SOBRESEIDO POR EL BENEFICIO DE LA DUDA POR EL DELITO DE ABUSO SEXUAL AGRAVADO CON ACCESO CARNAL.
El Tribunal en lo Criminal del Distrito Judicial Sur, culminó después de dos jornadas, el juicio que tenía como imputado a un hombre identificado con las iniciales J.L.V, denunciado el año pasado por su pareja.
La mujer lo había denunciado en sede policial, argumentando que su ex la había violentado sexualmente en una ocasión y que había intentado entrar a su morada, forzando una puerta, en otra.
El juicio comenzó el martes 1 de agosto con la primera de dos audiencias orales y no públicas ( – por ser uno de los delitos de instancia privada -) para determinar la responsabilidad penal de un hombre acusado de abuso sexual agravado, en presunto perjuicio de su ex pareja.
Los dos hechos por los que fue juzgado se remiten, en el primer caso al 19 de marzo de 2016, cuando la mujer dijo haber sido abusada sexualmente con acceso carnal mediante violencia, en el domicilio que compartían; y el otro, al 20 de octubre de ese mismo año, oportunidad en la que el sujeto habría ingresado al domicilio de su ex, contra su expresa voluntad.
El Tribunal de Juicio estuvo presidido por el Juez Rodolfo Bembihy Videla, con las vocalías de Alejandro Pagano Zavalía y Maximiliano García Arpón. El Ministerio Público Fiscal lo ejerció el Dr. Nicolás Arias, En tanto que la defensa la asumió el Dr. Vladimir Espeche.
LAS PALABRAS DE LA PRESUNTA VICTIMA, HICIERON INVEROSIMIL SU DENUNCIA DE ABUSO SEXUAL.
“Yo quería sacarlo de la casa”
Aunque J.L.V estaba imputado por dos delitos, el mayor peso condenatorio lo representaba el cargo por abuso sexual agravado por el vínculo, mediando violencia física.
La denunciante acusó policialmente a su pareja en ese momento, el 19 de marzo de 2016, de haberla sometido sexualmente en la casilla que compartían en el asentamiento Obrero, luego de golpearla, pero los testimonios de su padre y hermano desestimaron la credibilidad de sus dichos.
Ambos, además de otras personas citadas como testigos, refirieron durante el juicio que J.L.V mantenía con la víctima una relación enfermiza, con peleas que eran continuadas por reconciliaciones y nuevas peleas. Precisamente luego de ese incidente denunciado por la mujer en la Policía – el de la violación – se produjeron otros encuentros íntimos en la misma casilla, por lo que esas afirmaciones testimoniales fueron fundamentales para sobreseer por el beneficio de la duda al imputado.
La denunciante convivía en la misma casilla con su padre y su hermano, en un espacio reducido y dividido apenas por una mampara. Los dos dijeron que el día de la supuesta violación, J.L.V estuvo en la casa bañándose, sin que nada les llamara la atención.
Otro factor que influyó en el criterio de los jueces fue la reiteración por parte de la mujer, de la expresión “Yo quería sacarlo de la casa”, dejando traslucir que pudo haber incurrido en una denuncia intencionada para lograr su objetivo aun a costa de faltar a la verdad.
IN FRAGANTI
Aunque los testigos dijeron que el imputado era visto frecuentemente ingresando a la precaria vivienda, el 20 de octubre de 2016 terminó preso por violación de domicilio.
Es que justo cuando estaba intentando abrir como hacía siempre con un cuchillo la puerta sin picaporte de la casilla, en estado de ebriedad, llegó la Policía, por un llamado telefónico efectuado por la denunciante.
Los magistrados consideraron entonces que J.L.V merecía ser condenado a 11 meses de prisión pero no de cumplimiento efectivo, aunque deberá cuidarse de cumplir estrictas reglas de conducta, entre otras, la de no acercarse por ningún motivo nuevamente a su ex.
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