DOS HOMBRES DUERMEN A LA INTEMPERIE Y ESTAN DECIDIDOS A PERMANECER EN EL BOULEVARD DE SAN MARTIN, HASTA QUE EL ESTADO PROVINCIAL O MUNICIPAL ACCEDA A SUS PRETENSIONES.
Aunque lejos de la realidad que se palpa en otros lugares del país, cada tanto suele aparecer en el paisaje urbano provincial, alguna persona pidiendo dinero en la calle, como una verdadera rareza social.
Es más frecuente en cambio, encontrarse con vendedores de medias, de pan casero o de alguna comida artesanal; con “trapitos” que limpian los vidrios en la espera de los semáforos o con artistas callejeros que por una pequeña contribución, hacen malabares en las esquinas.
No todos tienen la vaca atada en Tierra del Fuego y, como parte del mapa argentino que somos, la problemática económica también se manifiesta, aunque mucho más leve claro está.
Santiago y Claudio son dos adultos que, hasta hace unos días atrás, pasaban la noche sobre colchones que acomodaban en el piso del hall de un espacio municipal ubicada en Avenida San Martín, entre Piedrabuena y Belgrano.
A partir del reclamo de algunos vecinos que se los encontraban a la mañana allí, durmiendo, y a pedido del Municipio, personal policial les indicó que se debían buscar otro lugar para pernoctar.
Entonces, desde el viernes pasado, ambos acordaron dormir con el cielo como único techo y reparo. Sobre el pasto y envueltos en acolchados donados solidariamente por algunos transeúntes, los dos pasan las noches – muy frías por más que ya estemos en primavera – con la compañía de algún perro y el calor que provoca el “tetra” en la garganta.
“Estamos pidiendo alguna ayuda estatal porque lo que nos falta es un techo. Nos sacaron de donde estábamos como ya nos habían corrido antes de otro lado. Nos dice la Policía que el Municipio los mandó y que nosotros no podemos estar sobre la avenida San Martín. Nos están tratando como perros y creo que una solución nos tendrían que dar, porque somos dos personas”- reclaman.
Sobre la solidaridad que les ha manifestado la gente, Santiago y Claudio afirman: “Algunos vecinos nos han alcanzado comida y colchas, pero no es solo eso lo que necesitamos. Estamos a la intemperie. A veces llueve y hace mucho frío. Por más que digan que estamos tomando alcohol, bueno, es una adicción y pedimos que lo entiendan”.
Aunque no hay mucha información sobre ellos, de dónde vinieron, o si tienen familia, solo se pudo saber que en algún momento se los ha visto vendiendo sahumerios o pidiendo algún billete para comer y tomar, a quienes hacen trámites en el centro.
“En el albergue municipal no nos reciben. Nos ponen rótulos como que somos borrachos, que no hacemos nada y que le pedimos plata a la gente. La verdad es que nosotros estamos sobreviviendo. Ni el Gobierno, ni la Municipalidad nos da nada”, concluyeron diciendo.
Gentileza fotográfica y periodística: Marcelo Mora.
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Diario Prensa
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