Salió a la luz la verdad que muchos no querían admitir.

LOS PERROS QUE HABRIAN MORDIDO A MARIA CONSUELO AVALOS NO SON CIMARRONES. COMO LA GRAN MAYORIA DE CANES SUELTOS QUE DEAMBULAN EN LA CIUDAD, TIENEN DUEÑO. DE LOS CUATRO ANIMALES CAPTURADOS, DOS ESTAN CHIPEADOS Y DOS NO AUNQUE SE PRESUME QUE POR ESTAR BIEN ALIMENTADOS Y NO SER CACHORROS, TAMBIEN TIENEN PROPIETARIOS. RESPONDIENDO A SUS INSTINTOS, ESTABAN ALTERADOS DETRÁS DE UNA PERRA EN CELO.

Si la víctima pensaba realizar algún tipo de demanda, no prosperará porque no hay elementos probatorios que avalen que son esos y no otros los canes que la mordieron. El hallazgo sí sirve para echar por tierra la versión de personajes interesados que pretenden instalar que la capital fueguina es de alta peligrosidad para turistas y residentes por inexistentes perros cimarrones.

Por estos días Ushuaia parece haberse dividido en dos bandos: por un lado el de quienes claman por volver a épocas en que las mascotas abandonadas morían en una cámara de gas improvisada en la caja de la misma camioneta que las capturaba en la calle, con los pulmones quemados por el monóxido de carbono que les llegaba a través de un tubo metálico adosado al caño de escape – primeras gestiones del ex intendente Jorge Garramuño – o con las venas pinchadas con químicos letales – primer período del ex intendente Federico Sciurano _; y por el otro, los que exigen que el Municipio aplique el protocolo que en otras localidades del país y del mundo ha demostrado eficacia. Los colegios de veterinarios no se cansan de pregonar que es en la castración quirúrgica de canes machos y hembras, gratuitas y de fácil acceso en donde reside la solución. Sin mencionar que es el ciudadano el que debe reflexionar sobre la responsabilidad que le compete a la hora de adoptar un perro o perra, manteniéndolo dentro de un predio cerrado, bien alimentado, higienizado y vacunado.
Diario Prensa realizó una investigación que confirmó lo que desde estas mismas páginas venía pregonando: los animales que habrían mordido (no hay manera de demostrarlo) a la caminante María Consuelo Avalos, de 55 años de edad, en La Misión Baja, no son animales cimarrones, salvajes o asilvestrados, como algunos insisten en llamarlos.
Son mascotas con dueños desaprensivos que los dejan a la deriva, sin control ni cuidado.
Hasta el momento son cuatro los perros, tres machos y una hembra, los que fueron capturados en la zona, como presuntos atacantes de Avalos.
Uno de ellos es un animal de raza Pit Bull, el que al ser escaneado reveló lo obvio: tiene dueño y es un empleado del Centro Austral de Investigaciones Científicas, CADIC., cuyas instalaciones están precisamente muy cerca de donde fue atacada la peatona.
Otro de los animales, macho también, cuenta con un chip a nombre de un militar que se domicilia precisamente en inmediaciones en donde fue mordida Consuelo.
En ambos casos, los perros permanecieron en observación de acuerdo al protocolo de Salud, luego de lo cual fueron reintegrados a sus propietarios, con la multa correspondiente.
Los otros dos, una hembra mestiza muy sumisa y un perro macho, sin chip, se cree que también tienen propietarios porque no son cachorros y cuentan con por lo menos cuatro o cinco años de vida.
Los cuatro están acusados de haber sido los presuntos mordedores de Avalos, aunque no hay ninguna prueba que lo demuestre.
Lo que sí queda demostrado fehacientemente es que Ushuaia no es una ciudad en la que no se pueda caminar por el constante ataque de perros salvajes, como las cámaras de la prensa nacional se empeñan en hacer creer…
Sí es una ciudad en la que la que cunde la desaprensión, la desidia y la falta de respeto de muchos de sus habitantes, por los derechos de los demás (por ejemplo caminar libremente sin ser molestado con ladridos y mucho menos con tarascones).