¿Un nuevo “logro” del Acuerdo Foradori-Duncan?

DESDE EL PROXIMO 6 DE NOVIEMBRE LOS BRITANICOS PODRAN VIAJAR A LAS ISLAS MALVINAS, A TRAVES DE LA EMPRESA AEREA LATAM, HACIENDO ESCALA EN CORDOBA. SE TRATA DEL SEGUNDO VUELO ACORDADO A FAVOR DE LOS COLONIALISTAS POR LA GESTION DE MAURICIO MACRI.

En nuevo intento de mostrarse como una tercera parte con poder decisorio en la disputa bilateral que enfrenta a la Argentina y al Reino Unido por los archipiélagos australes, el ilegitimo y pretendido gobierno británico de las Islas Malvinas ha emitido un comunicado de prensa en donde manifiesta haber llegado a un acuerdo con la empresa LATAM Brasil respecto al segundo vuelo acordado entre la Argentina y el Reino Unido con una simple escala en la ciudad de Córdoba. En el mismo, y luego de dejar en claro que este vuelo fue logrado gracias al acuerdo Foradori-Duncan del 2016, establece que el vuelo inaugural será el 6 de noviembre de 2019.
Este beneficio hacia los isleños fue obtenido gracias a la “nueva”, pero no novedosa, política de acercamiento hacia el Reino Unido adoptada por la actual administración del Presidente Macri en relación a la Cuestión Malvinas, la cual alcanzó su punto máximo con la adopción del acuerdo internacional conocido como “Acuerdo Foradori-Duncan” del 13 de septiembre de 2016, mediante la cual permite a las partes negociar sobre todos los aspectos accesorios de la Cuestión Malvinas pero dejando de lado la parte esencial: la disputa de soberanía.
La primera conclusión a la que el lector puede arribar es qué en este acuerdo, anunciado con bombos y platillos por las ilegitimas autoridades isleñas, han logrado lo que buscaban. En dos años de negociaciones, obtuvieron del gobierno argentino el 100% de sus demandas.
No podemos soslayar el hecho de que el establecimiento de esta nueva conexión aérea regular tendrá, ineludiblemente, como efecto el afianzamiento de la presencia británica en las islas. Ello, toda vez que la vía aérea regular sirve para el recambio de tripulaciones de los barcos pesqueros a distancia que cuentan con licencia de pesca británica para extraer nuestros recursos vivos marinos.
El medio aéreo también sirve para el traslado de operarios de las empresas que exploran hidrocarburos ilegalmente en las aguas circundantes a las Islas Malvinas, así como para el transporte de carga, equipos y repuestos que requieren dichas empresas para sus actividades y sirve también para facilitar el traslado de personal de las fuerzas armadas británicas de ocupación. Todo esto sin que la Argentina obtenga ninguna contraprestación sustantiva a cambio y sin que se avisore la reanudación de las negociaciones para poner fin a la controversia de soberanía.
La situación es política y diplomáticamente indisimulable: este segundo vuelo es una necesidad de la dirigencia isleña y su concreción responde, únicamente, a una concesión argentina de buena voluntad, teniendo en cuenta que la mentada autorización requiere indefectiblemente de una autorización argentina.
De esta manera, se vuelven a convalidar todas las imposiciones isleñas a efectos de, en palabras del acuerdo Foradori-Duncan, “remover los obstáculos para el desarrollo económico de las islas Malvinas”.
Lo que se debiera demostrar a la contraparte británica es que, el único obstáculo para su desarrollo económico es, justamente, la persistencia de la disputa de soberanía y que la necesidad –y obligación- de resolverla es la decisión más responsable para las generaciones futuras. Sin controversia habría normalidad de comunicaciones aéreas y marítimas, mejores servicios, explotación racional y no conflictiva de los recursos naturales, entre muchas otras ventajas.
El mejor mensaje a ellos, entonces, será promover nuevas acciones para encauzar genuinamente la cuestión por vías pacíficas que permitan su solución como lo hacen aquellos Estados que confían en la justeza de su posición y apelan a todas las herramientas que el derecho internacional ofrece.
Si se continúan resolviendo todos los problemas de la contraparte británica permitiéndoles mantenerse en su recalcitrante posición de intransigencia lo único que obtendremos es el mismo resultado que hasta ahora: ningún avance en el objetivo central de reanudar la negociación bilateral por la soberanía en la Cuestión Malvinas.
* Secretario de Estado para la Cuestión Malvinas, Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.


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