Vendedor ambulante de drogas fue sorprendido “in fraganti”

PERSONAL POLICIAL DE LA DIVISION NARCOCRIMINALIDAD Y DELITOS FEDERALES LO SORPRENDIO EN EL MOMENTO EN QUE VENDIA COCAINA Y MARIHUANA A DOS MUJERES EN PLENA VIA PUBLICA. LOS TRES YA FUERON EXCARCELADOS.

Luego de una investigación que permitió contar con el dato preciso de que en un lugar y hora determinados se iba a producir una transacción comercial ilegal de estupefacientes, en la capital fueguina, personal policial de la División Narcocriminalidad, montó un operativo y esperó.
A la esquina de la transitada avenida Magallanes, en el punto en donde confluyen las calles Solís y Juana Fadul, el martes último, a aproximadamente las 15, se aproximó un Fiat Palio, de color blanco, sin patentes a la vista, con su conductor como único ocupante.
El automóvil se estacionó sobre la vera de Magallanes e inmediatamente se acercó a él una mujer que le entregó dinero a quien estaba al volante, y recibió segundos después, un pequeño envoltorio.
Fue entonces que los uniformados les dieron a ambos la voz de alto y, en presencia de una gran cantidad de testigos, procedieron a revisar qué había en el interior del pequeño paquete. El polvo blanco hallado fue sometido al test de prueba, arrojando que se trataba de cocaína.
Casi como un hecho tragicómico ocurrió que en el mismo momento en que se efectuaba el operativo antinarcótico, con dos personas demoradas en el lugar, se acercó otra mujer para realizar una transacción con el conductor, la que al parecer no se percató de lo que estaba pasando. Inmediatamente quedó también detenida.
Examinado el interior del habitáculo, se produjo el hallazgo de otros envoltorios similares al recibido por la compradora, también con cocaína, cuyo pesaje total fue de 30 g. En el interior de otras bolsitas compactadas se encontraron otros 30 g pero de cannabis sativa, marihuana y dinero en efectivo por alrededor de 15 mil pesos.
El Juzgado Federal de Ushuaia dispuso la detención de las tres personas, resultando ser el conductor del vehículo, Aníbal Ernesto Castro, de 19 años de edad, en tanto que las mujeres, Gisel Colliante, de 21 años y Antonella Ricci, de 23.
El hombre y las dos mujeres fueron esposadas, detenidas y notificadas formalmente de que se encuentran incursos en una causa por infracción a la Ley 23.737 que versa sobre tenencia y tráfico de estupefacientes.
Las autoridades judiciales dispusieron también el allanamiento del domicilio de Castro, en el Barrio San Vicente de Paul, como así también el incautamiento del automóvil Fiat Palio cuyo registro dominial es AA162VK.


ANTECEDENTE

En febrero de 2009, José Carmelo Castro Moya, un recluso de la Unidad de Detención del Servicio Penitenciario de la ciudad de Río Grande, y padre de Aníbal Castro, se precipitaba accidentalmente al piso de cemento de un patio, desde varios metros de altura, en momentos en que realizaba una protesta. El interno se había trepado a las cabreadas del techo para acusar a gritos al personal del centro de reclusión de someterlo a graves vejámenes, los que su madre, Rosa Moya, había denunciado formalmente el 2 de enero de ese año ante las autoridades judiciales.
Por ese caso fueron condenados en el año 2012, a nueve años de prisión, los agentes penitenciarios César González, José Franco y Rubén Darío Fernández, quienes se desempeñaban en la Unidad de Detención 1 de Río Grande.

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