Un efectivo policial de la Comisaría Segunda de Ushuaia no dudó en escalar por una pared para acceder al tercer piso de una obra en construcción, en donde ardían varios rollos de lana de vidrio. Con el matafuegos de un vecino pudo mantener el fuego a raya hasta la llegada de los bomberos.
En la madrugada del miércoles 22 de enero, un incendio originado en una bolsa de basura prendida fuego en el supermercado La Victoria, ubicado en la esquina de Kuanip y Tolhuin, desató una gran polémica en la comunidad de Ushuaia.
El fuego, que rápidamente se propagó, redujo a cenizas el edificio y depósito de 900 metros cuadrados, y dejó la sensación de que el desastre podría haberse evitado si los vecinos que pasaron por el lugar y las autoridades hubieran intervenido antes.
La crítica más recurrente fue dirigida a la Policía, a la que se la acusó de no accionar de inmediato con matafuegos de mano que pudieran haber tenido en el patrullero o solicitándolos a los automovilistas que pasaban por el lugar.
Aunque la Policía Provincial aclaró posteriormente que las dimensiones de las llamas hicieron imposible una intervención preventiva, la comunidad mantuvo la percepción de que el descomunal siniestro podría haberse contenido a tiempo.
En un contexto donde la ciudadanía aún tiene frescas las imágenes de ese incendio intencional, el lunes 27 de enero, a las 4.30, un nuevo siniestro se produjo en Ushuaia. Esta vez, el igneo se desató en un edificio en construcción, ubicado en la esquina de las calles Transporte Patagonia y Marcos Zar. Personal de la Comisaría Segunda fue el primero en llegar al lugar, observando que desde el tercer piso emanaba una densa columna de humo.
Un efectivo de esa dependencia, equipado con un matafuegos proporcionado por un vecino, trepó hasta el piso afectado, donde se encontraba el foco del incendio, originado por varios rollos de lana de vidrio en llamas. Su rápida intervención evitó que el fuego se expandiera, mientras se aguardaba la llegada de los bomberos del Cuartel Central, quienes al llegar, rompieron un candado para ingresar y asegurar la zona.
Cabe destacar el arrojo y la proactividad del efectivo policial de la Comisaría Segunda, quien no dudó en tomar intervención en la emergencia, en colaboración con un civil que generosamente puso a disposición su propio matafuegos, para evitar males mayores.