Balance comercial tras el Día del Padre.
Por tercer año consecutivo, se registró un descenso en las ventas del Día del Padre. Desde la Cámara de Comercio de Ushuaia alertaron sobre la pérdida de rentabilidad, la falta de competitividad y la necesidad de reformas laborales e impositivas.
La presidenta de la Cámara de Comercio de Ushuaia, Claudia Fernández, realizó un balance negativo de las ventas por el Día del Padre, que acumulan el tercer año consecutivo en baja. “La caída interanual fue del 1,7%, que se suma al 10,2% de 2024 y al 1,2% de 2023. Respecto al año pasado estamos un poco mejor, pero no alcanza”, afirmó en declaraciones radiales.
Indicó que el 90% de los comercios encuestados ofreció promociones con tarjetas de crédito o descuentos por pago en efectivo, pero el impacto fue limitado: “Los consumidores mantienen una gran cautela. El ticket promedio fue de 41.300 pesos”.
Fernández también señaló que hay un alto nivel de morosidad en los pagos con tarjeta y un récord de cheques rechazados en los últimos dos años. A esto se suma, según dijo, la competencia con países vecinos: “La gente cruza por precio. No hay reglas claras para las pymes, el Gobierno priorizó la macroeconomía y todavía no llega el alivio para las empresas chicas”.
En ese sentido, recordó que el primer contacto con CAME tras las elecciones incluyó un pedido de paciencia: “Se iba a trabajar sobre la microeconomía en siete meses, pero ya pasó más tiempo y la situación sigue deteriorándose”.
La dirigenta también reclamó una reforma laboral que actualice el sistema sin pérdida de derechos: “Hoy la ley está hecha solo para el empleado. Las pymes no reponen empleados porque el riesgo de conflicto es muy alto y se pierde todo el capital. Eso explica en parte la falta de trabajo”.
Según dijo, muchos socios históricos están cerrando sus puertas: “La resiliencia de los comerciantes es enorme, pero necesitamos reglas claras y previsibilidad. En la calle San Martín ya hay cinco comercios que anunciaron que este será su último mes, algunos con más de tres décadas”.
Fernández también señaló que Río Grande atraviesa una situación aún más crítica que Ushuaia, con menor actividad económica, cercanía con Chile y un nivel de ocupación más bajo: “Estamos todos esperando la temporada, pero no hay promoción como la del año pasado”.
Finalmente, criticó el aumento de impuestos, tarifas y alquileres: “No se vende porque no hay plata en la calle. Es imposible sostener un negocio con esta ecuación”.