Comenzó juicio a familiares por “hacer justicia por mano propia”.
En el inicio del debate oral, los acusados rechazaron su participación en el degüello de Luis Miguel López Villarroel. El sujeto había estrangulado a la ex pareja y madre de los tres imputados, en febrero de 2024. En el hecho intervinieron también tres menores de edad de 14, 15 y 17 años, de los cuales la última, hoy de 19 años, enfrenta el proceso junto a su padre y su hermano.
Mario Germán Álvarez, ex pareja de Norma Gómez, representó delante del Tribunal, en la primera jornada de juicio en qué posición encontró a la madre de sus hijos con signos de haber sido abusada sexualmente y estrangulada por Luis Miguel López Villarroel.
Este lunes 8 de septiembre comenzó en los tribunales del ex campamento YPF el juicio oral y público contra Mario Germán Álvarez, de 45 años; su hija Catalina Mayra Álvarez, de 19, y su hijo Sergio Germán Gómez, de 22. Los tres están acusados de haber participado en la muerte de Luis Miguel López Villarroel, un ex convicto señalado como autor del femicidio de Norma Beatriz Gómez, madre de los jóvenes y ex pareja de Álvarez.
La investigación determinó que la madrugada del 3 de febrero de 2024, Villarroel fue ultimado a cuchilladas en una precaria casilla de la calle Yavén al 163, en la Margen Sur. El hombre fue atacado con siete cortes en el cuello primero, a modo de tortura, y un octavo cuchillazo final que le provocó un shock hipovolémico y una embolia cerebral que derivaron en su muerte.
En el hecho participaron además de los dos adultos, tres adolescentes. Dos de ellos, de 14 y 15 años, fueron declarados inimputables por su edad, mientras que Catalina Mayra Álvarez, que tenía 17 al momento de los hechos, está siendo juzgada junto a su padre y su hermano tras haber alcanzado la mayoría de edad.
Durante la primera jornada del debate, el fiscal Jorge López Oribe leyó la acusación en detalle, describiendo cómo los imputados acudieron a la casilla de la calle Yavén, en donde se domiciliaba Norma Gómez con algunos de sus hijos. Esa madrugada la mujer se encontraba sola porque sus hijos habían ido a un festejo que se realizaba en la casa de su padre, sita en el mismo barrio. Gómez invitó a su domicilio a Villarroel, un sujeto con un vasto prontuario por abusos sexuales y reciéntemente salido de la Unidad de Detención Nro. 1 de Río Grande, luego de haber cumplido una condena por ese tipo de delitos. Una hija regresó a la casilla y vio a través de una ventana que su madre estaba semidesnuda sobre la cama, inmóvil, y junto a ella, aparecía Villarroel. Corrió a dar aviso a su padre y a sus hermanos, acudiendo todos momentos después. Al ingresar a través de una ventana rota a la vivienda hallaron a Norma Gómez ya sin vida, con signos de haber sido abusada sexualmente y estrangulada, y a Villarroel atrincherado en una habitación. Tras forzar la puerta, lo rodearon y lo atacaron una y otra vez con armas blancas hasta finalmente causarle la muerte.
Al prestar declaración en la primera jornada de juicio, los tres imputados coincidieron en negar haber dado muerte a Villarroel. “Ya estaba muerto cuando llegamos”, afirmaron, en lo que los observadores consideraron un relato pactado para evitar incriminarse entre sí. La más extensa en su exposición fue la hija de la víctima, Catalina Álvarez, quien habló durante más de una hora intentando desligarse de la acusación.
El Tribunal que interviene en un juicio que promete extenderse por varias jornadas, por su complejidad y la participación de numerosas personas, está integrado por Eduardo López, Verónica Marchisio y Juan José Varela, y la defensa es ejercida por los abogados Adriana Varisco y Orlando Amarilla.
El cronograma de audiencias continuará este martes 9 de septiembre con la declaración de peritos de la Policía Científica. El miércoles será el turno de los médicos forenses que realizaron la autopsia a Villarroel; el jueves declarará personal de la División Delitos Complejos, y a partir del viernes comenzarán a presentarse vecinos en calidad de testigos.