0ficinas cerradas y sueldos impagos en Río Grande.
El histórico registro de la ciudad, fundado por la convencional constituyente Elena Mingorance, permanece cerrado “por fuerza mayor”. Empleados denuncian falta de pago de salarios y desconocen su futuro laboral.
El Registro Automotor N°1 de Río Grande, el más antiguo de la ciudad y fundado por la convencional constituyente Elena Mingorance, no abrió sus puertas al público el pasado lunes, generando preocupación entre sus trabajadores y usuarios.
Miriam Hernández, empleada del registro, señaló a la prensa la gravedad de la situación: “Estamos todos esperando una definición. No hemos cobrado nuestro mes de trabajo de agosto y ya veníamos con problemas. Nuestra jefa, Ana María Mingorance, está enferma, por lo tanto la Dirección Nacional no se hace cargo de nosotros por ser empleados privados. Tenemos personal con 38, 30, 20 o 10 años de antigüedad; todos somos gente conocida en la ciudad. Estamos esperando una pronta solución, porque no es bueno estar a la deriva sin saber qué va a pasar con nosotros”.
La trabajadora detalló que el problema se originó cuando se les informó que no había acceso a las cuentas para abonar los salarios: “Nos dijeron que no nos podían pagar los sueldos, ya que lo manejaba solamente nuestra jefa, y entonces quedamos así, no hay dinero”.
Si bien no existe una notificación de cierre definitivo, el registro permanece sin atención al público. Hernández explicó: “Hoy se cerró, como dice el cartel, por fuerza mayor. Nosotros estamos en nuestro puesto de trabajo, pero no prestamos atención al público ni hacemos trámites. Obviamente que es una gran preocupación para todos, porque todos tenemos familia detrás”.
En cuanto al alcance del impacto, precisó que “somos siete familias” y describió la intensa carga laboral de las últimas semanas: “Con muchísimo trabajo, muchos pedidos de informe, muchas transferencias. Lo que no se estaba ingresando eran patentamientos, pero sí se cancelaron turnos y tratamos de avisar a la gente”.
Finalmente, Hernández cuestionó la falta de respuestas por parte de la autoridad: “No, no hay apoderados ni responsables. Estamos esperando que la Dirección Nacional mande gente, que nos den la notificación o nos digan qué va a suceder”.
Mientras tanto, aseguró que continuarán cumpliendo las directivas que indique el gremio CEC, Centro de Empleados de Comercio.