El presidente de la dirección de puertos expuso la necesidad “urgente” de resolver el problema de calado para el atraque de dos grandes cruceros en esta temporada.
El presidente de la Dirección Provincial de Puertos, Néstor Lagraña, informó sobre la decisión de implementar “un plan B” ante el incumplimiento de la empresa COPERSA, que debía entregar parte de la ampliación del puerto terminada para esta temporada, y la falta de definición del gobierno nacional respecto de un contrato incumplido hace meses.
“La actividad está paralizada”, aseguró y advirtió que en este momento, “aunque vengan diez empresas no llegamos a tiempo”, por lo cual se implementará “un plan B urgente”, para contar con el sector de atraque en condiciones como máximo el 10 de diciembre.
“La falta de avances no es de ahora, sino que ya se vislumbró desde el último estudio de suelo, y en el último informe el avance es cero”, subrayó, si bien la empresa habría cobrado el anticipo financiero de 43 millones.
“Esta es una obra que lleva adelante en forma directa la nación con la empresa, por parte del Ministerio de Transporte y la Subsecretaría de Vías Navegables. Nuestro compromiso es brindar el equipo técnico, que responde a las autoridades nacionales”, explicó, y dio a conocer que la provincia sigue pagando ese equipo técnico, pese a que la obra está paralizada, para “no complicar la situación legal, ante un contrato en vigencia”.
Remarcó el compromiso asumido desde que se puso en marcha esta obra con empresas como Royal Caribbean, a la cual se le garantizó que el muelle estaría en condiciones para el arribo de grandes cruceros. “Esto figura en el pliego, y para esta temporada tenían que estar 50 metros disponibles del atraque para estos grandes cruceros”, subrayó Lagraña.
Luego de un estudio batimétrico realizado por la provincia con el Servicio de Hidrografía Naval, “el resultado no es alentador, porque el barco tiene 317 metros de eslora y nosotros tenemos problemas principalmente donde iría la proa, que prácticamente ocupa todo un frente de atraque”, dijo el funcionario, confirmando que, como están las cosas, no puede ingresar la embarcación.
“No es mucha la diferencia de agua que necesita el buque para poder entrar, pero desde la empresa nos piden que haya dos pies por debajo del casco, que cala en proa a 8,60 metros”, indicó, exponiendo que “hay dos barcos complicados y es un número importante, porque el más grande trae 20 mil cruceristas para la temporada, y entre los dos estamos arriba de 32 ó 33 mil cruceristas”.
Para no perder el arribo de estos cruceros y no incumplir con el compromiso asumido con la empresa, Lagraña dijo que “tenemos un plan B en el que empezamos a trabajar a principios de año, viendo esta situación. La única solución que tenemos es contratar una draga y hacer un dragado del lado sur, y en septiembre a más tardar le tenemos que dar una respuesta a la empresa. Estamos firmando un convenio con la Administración General de Puertos, que tiene un equipo técnico con experiencia en dragado, ya tenemos todos los presupuestos y estamos evaluando qué tipo de draga se necesita. Ya tenemos definido cuál es el área de dragado, el volumen, porque venimos trabajando desde marzo, cuando vimos a principios de año que esto venía complicado”, apuntó.
La contratación sería directa “por la urgencia”, subrayó Lagraña, dado que “el dragado tiene que estar terminado a más tardar el 10 de diciembre”.
El costo de estos trabajos lo deberá afrontar la provincia y “el 85% del presupuesto de la draga es el traslado. Hoy tenemos dos presupuestos, uno por un millón doscientos mil dólares, y otro por novecientos mil dólares. Hay que definir, de acuerdo al tipo de suelo, qué tipo de draga se necesita. Si es de succión únicamente por ahí es otro costo, y si es de succión y corte, tiene otro”, señaló.
El funcionario definió esta situación como “un fracaso para todos”, porque “nosotros hicimos todo lo posible, se invirtió tiempo, dinero, trabajo y estamos en esta situación por algo totalmente ajeno a nosotros, pero los barcos vienen acá y la respuesta la tenemos que dar nosotros”.
“Además estamos pagando el equipo de inspección técnica y vemos que el avance de la obra es cero, pero si sacamos el equipo técnico le damos pie a la empresa para que haga otro tipo de presentación y se complica más la situación del punto de vista legal”, planteó.
“Nosotros vamos por el dragado, porque no tenemos tiempo. Hoy tenemos que ir por el Plan B y hacer todo lo posible lo antes posible, para que el 10 de diciembre el sector tenga la profundidad que necesita el barco”, concluyó.
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