El presidente de la Dirección Provincial de Puertos detalló las medidas de seguridad que se están tomando para evitar que un posible infectado con coronavirus descienda en la ciudad. Ante casos sospechosos, no se permite la recalada en el muelle.
El presidente de la Dirección Provincial de Puertos, Roberto Murcia, informó a la prensa sobre las medidas de seguridad que se están implementando, de acuerdo a los protocolos tanto de la nación como la provincia y, en caso de sospechas de coronavirus en una embarcación, no se permite su recalada.
“Este tema no está ocupando por la cantidad de recaladas que tenemos, ya sea por buques oceánicos, de turismo antártico, como por la carga y la pesca. Estamos siguiendo los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud de la Nación y de la Provincia. Específicamente en el puerto tenemos el área de Seguridad de Fronteras, por ser un puerto fronterizo, y a su vez estamos siguiendo todos los protocolos de vías navegables”, dijo.
“Verdaderamente nos preocupa y nos ocupamos de controlar todas las embarcaciones y los movimientos que se producen en nuestro ámbito de actuación. Es un puerto multipropósito y los barcos vienen ya con un equipamiento médico a bordo muy importante, que está controlando pasajeros y tripulantes. Deben presentar una declaración jurada ante el médico de sanidad de frontera y, ante una emergencia, el puerto posee un lugar de aislamiento y automáticamente se activa el protocolo con el Ministerio de Salud de la provincia”, indicó.
Consultado sobre la posibilidad de rechazar algún crucero, como ha ocurrido en otras partes del mundo, confirmó que es parte del procedimiento: “Esto se puede dar si en la declaración jurada que se presenta se determina que puede haber casos de coronavirus. Automáticamente no se les permite tocar muelle y quedan en rada. Otra posibilidad es que el médico de sanidad de frontera, que sube y da la autorización para que bajen los pasajeros, detecte que hay casos a bordo. Es prioritario que no baje ningún pasajero y al buque se lo manda a rada, no queda ningún tipo de contacto con la comunidad”, afirmó.
Por otra parte, adelantó que las expectativas del puerto es que se continúe incrementando la actividad, no solamente por el aumento de recaladas temporada a temporada, sino porque se está volcando la carga a la vía marítima, por cuestiones de costos. “En las dos reuniones que tuve con el puerto de Buenos Aires, que es donde llega la carga que viene a Tierra del Fuego, planteamos la necesidad de mejorar las prioridades de amarre de los buques de carga, porque se está viendo que el mercado se está volcando al transporte marítimo por un tema de costos. Es muy probable que próximamente esto se incremente, por eso una de las prioridades que hemos fijado es la construcción de un nuevo muelle de carga y pesca en Ushuaia, para dividir las actividades”, manifestó.
Aclaró que esto no impide la construcción de un puerto en Río Grande, porque “ya tuvimos reuniones con empresas interesadas en el polo petroquímico y en desarrollar no sólo un puerto para el polo petroquímico sino en uno de carga y pesca similar al que se proyecta en Ushuaia. Es parte de las prioridades que nos hemos fijado en la zona norte de la provincia. Sería un puerto público-privado, y de la inversión participarían las empresas que tienen áreas petroleras concesionadas”, concluyó Murcia.
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