Juicio por la muerte de Iara Talía Babi y Rodrigo Sebastián Bárzola Paredes, quienes acompañaban al conductor imputado, Rodrigo Flores Talquenca:
Martín Muñoz, abogado de la familia de las víctimas considera que el hecho merece ser calificado como “homicidio simple”, figura penal que prevé una condena de 8 a 25 años de prisión y no “homicidio culposo agravado” tal cual planteó la fiscalía, y cuya pena va de 3 a 6 años de cárcel.
Hoy comenzará a ser enjuiciado Rodrigo Angel Flores Talquenca, apodado “Doc”, a quien se lo acusa de haber provocado la muerte de sus amigos Iara Talía Babi y Rodrigo Sebastián Bárzola Paredes, además de “conducir de manera imprudente con un vehículo automotor anti reglamentario, bajo los efectos de estupefacientes, con un nivel de alcoholemia superior a un gramo por litro de sangre, a exceso de velocidad y por violar la señalización del semáforo”.
El abogado que representa a los familiares de Babi y Bárzola Paredes, anunció a la prensa su intención de impulsar durante el debate un cambio de calificación del delito que se le imputa a Flores Talquenca, sosteniendo que a su criterio el conductor debería ser considerado autor del delito de homicidio simple y no homicidio culposo agravado, como propuso el fiscal de la causa.
Vale destacarse que de prosperar la postulación del fiscal Fernando Ballester Bidau, a cuyo criterio Flores Talquenca habría incurrido en la comisión de un delito culposo ( – sin intención de matar – ) agravado por las circunstancias mencionadas más arriba, podría ser condenado con una pena mínima de 3 años y una máxima de 6 años. Si se le aplicara la mínima y computara los 11 meses que lleva preso (aunque ese tiempo incluye una larga estadía en terapia intensiva y luego en sala común del HRU), “Doc” estaría en condiciones de dejar el recinto del Juzgado, en goce de libertad condicional. Si en cambio prosperara la pretensión del abogado querellante, el mínimo a aplicar como condena por homicidio simple sería de 8 años, lo cual no daría al imputado ninguna chance de recuperar la libertad en esta instancia.
Según el requerimiento de elevación a juicio, a cargo del fiscal Fernando Ballester Bidau, a Flores Talquenca se le imputa la acción consistente en haber provocado la muerte de Iara Talía Babi y Rodrigo Sebastián Barzola Paredes, producto de la conducción “imprudente, negligente o antirreglamentaria de su vehículo”.
El hecho ocurrió el 5 de septiembre de 2020, momentos antes de las 07:15 aproximadamente, ocasión en la que imputado conducía el rodado junto a sus acompañantes Babi y Barzola, hasta que impactó contra una columna de alumbrado público ubicada en Avenida Maipú al 1601, entre las calle Guaraní y Alférez Sobral.
Debido al impacto, Rodrigo Barzola quedó atrapado en el interior del vehículo y a las pocas horas falleció en el Hospital Regional Ushuaia, mientras que Iara Babi fue expulsada hacia adelante y encontrada sin vida a un metro del automóvil.
Cabe mencionar que luego del impacto, el imputado intentó alejarse corriendo del lugar, acción que fue interpretada como un intento de fuga, aunque otras opiniones consideran que el conductor se encontraba en estado de shock y que no era consciente de su proceder.
Para el fiscal Ballester Bidau, Rodrigo Flores Talquenca deberá responder por el delito de “homicidio culposo agravado por la conducción imprudente y antirreglamentaria de un vehículo automotor, bajo los efectos de estupefacientes y con un nivel de alcoholemia superior a un gramo por litro de sangre, conduciendo a exceso de velocidad de más de 30 kilómetros por encima de la máxima permitida, violando la señalización del semáforo y por concurrir el resultado de dos víctimas fatales”.
El abogado querellante MartínMuñoz, por su parte, sostuvo hace algunas horas que el objetivo que persigue “es una pretensión punitiva que difiere a la planteada por el Ministerio público Fiscal” y adelantó que “intentaremos acreditar que a diferencia de la calificación con la que viene procesado el juicio, en realidad estamos ante un homicidio simple”.
El Tribunal de Juicio estará integrado por los jueces Maximiliano García Arpón, Alejandro Pagano Zavalía y Rodolfo Bembihy Videla.
La defensa del imputado la ejercerá el defensor ante el STJ, Gustavo Ariznabarreta.
Si bien se había anunciado que participarían presencialmente alrededor de 15 testigos, las autoridades judiciales informaron ayer que ello no ocurrirá, en atención a la situación sanitaria imperante, por lo que se darán como válidos los testimonios que fueron brindados durante la etapa de instrucción y se procederá a su lectura durante el juicio.
Los hechos
Alrededor de las 7.15 del sábado 5 de septiembre, un automóvil Peugeot 307 de color negro, chapa patente EXM-92, se incrustó literalmente contra una columna de alumbrado público en momentos en que era conducido a elevada velocidad por avenida Maipú, a metros de la intersección con 12 de Octubre. El impacto fue tan violento que afectó el suministro del servicio eléctrico y el ruido que provocó fue escuchado a varios metros a la redonda, convocándose en el lugar a los pocos minutos, una gran cantidad de efectivos policiales, bomberiles y sanitarios.
Al llegar la unidad de ataque del Cuartel Central de Bomberos se encontró con un panorama devastador: al lado del vehículo convertido en un montón de chapas retorcidas aparecía una joven sin signos vitales y dentro del habitáculo habían dos muchachos atrapados con múltiples lesiones a la vista. Luego de iniciar las tareas de rescate, para las que fue necesario usar tijeras neumáticas, uno de ellos descendió del rodado, cruzó la calle y comenzó a correr hacia la Plaza Piedrabuena, diciendo incoherencias y en estado de shock. La Policía debió interceptarlo para conducirlo hasta la ambulancia en donde fue trasladado al Hospital Regional Ushuaia, distante a corta distancia del escenario del siniestro vehicular. Momentos después la unidad sanitaria hizo lo propio con el otro joven, que con apenas un hilo de vida ingresó a la guardia del nosocomio, aunque poco después dejó de existir a raíz de los graves politraumatismos sufridos.
Con el correr de las horas se pudo saber que el conductor del rodado, que logró pese a las lesiones correr varios metros, era un hombre de 28 años de edad identificado como Rodrigo Flores Talquenca, conocido por sus amigos como “Rodri”, “Doc” y “Doctor” y que las víctimas fatales eran Iara Talía Babi y Rodrigo Sebastián Bárzola Paredes, ambos de 26 años de edad.
El conductor y único sobreviviente del choque fatal debió ser internado en la Unidad de Terapia Intensiva, con traumatismo toráxico y encefalo craneal (TEC), situación de la que logró recuperarse algunas semanas más tarde. Mientras Flores Talquenca permaneció en el nosocomio estuvo custodiado las 24 horas por personal policial, hasta que al recibir el alta médica fue detenido, situación en la que llega al juicio que comenzará hoy en el edificio de Tribunales, en el barrio Monte Gallinero.
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