Comprometida situación procesal de Diego Darío Tardón, el sujeto que martirizó con una muerte cruenta a una yegua y a su potrillo, en Tolhuin.
En medio del desborde del Río Láinez, fenómeno que prácticamente arrancó un puente, los policías lograron llegar después de varias horas de travesía bajo la lluvia y sobre hielo lavado, a una casa de chapa del imputado – a la que autodenomina estancia – en donde se secuestraron tres cuchillos y restos de carne fresca, entre otras contundentes evidencias.
Luego de viralizarse un video realizado con un teléfono celular, en el que un desquiciado sujeto se filma causándole una cruenta muerte a un potrillo por desangramiento, mientras en un segundo plano se ve el cuerpo de su madre, una yegua joven, inerte, la Policía de la localidad de Tolhuin tomó intervención de oficio en el hecho, iniciándose un expediente al que se anexaron horas más tarde, las denuncias de Rosana Vélez y Susana Sosa, en su carácter de representantes de las asociaciones protectoras de animales “ARAF – Asociación Amigos del Reino Animal Fueguino”, de Ushuaia y “Patitas Tolhuin”, respectivamente.
Sobre el tema, dialogó con la prensa el titular de la Comisaría tolhuinense, el comisario mayor Víctor Yáñez, quien informó las últimas novedades sobre un material fílmico que obtuvo el repudio generalizado de la comunidad fueguina dadas las características sádicas del accionar de quien fuera identificado como Diego Darío Tardón, residente en esa localidad mediterránea.
“Tomamos conocimiento del contenido del video en cuestión en las últimas horas del día viernes, primeras horas del día sábado, cuando se viralizó en las redes. Inmediatamente se radicaron dos denuncias de las protectoras de animales de nuestra localidad y otra de la ciudad de Ushuaia, disponiendo en consecuencia el Juzgado, el mismo día sábado, la realización del allanamiento de dos domicilios” – comenzó señalando el oficial Yáñez.
De esta manera el funcionario policial dio a conocer la realización del allanamiento de la vivienda que el imputado Tardón ocupa en la localidad, en la calle Calafate al 400 y su segundo domicilio en una casa de chapa ubicada a varios kilómetros de distancia de la ciudad, a la que denominan por uso y costumbre “Estancia Las Mercedes”. Precisamente en éste último lugar, ubicado en medio de la nada y exento de controles de ningún tipo, se encontraron elementos que comprometen gravemente al individuo de 31 años de edad.
Sobre el hallazgo de los mismos, el comisario Yáñez explicó la ardua tarea que los efectivos debieron desplegar para poder dar cumplimiento al segundo allanamiento ordenado pero que resultaría crucial para la investigación: “Debido a las malas condiciones del tiempo resultó imposible el sábado llegar hasta el segundo domicilio a allanarse, ubicado en la Ruta Provincial Nro. 23, en el Km 35, pese a intentarlo. Hubo que coordinar tareas con la Zona Norte de la Policía para poder contar con móviles 4 por 4, ya que se trata de una zona muy alejada y anegadiza. Finalmente el domingo, después de circular sobre una ruta cubierta de hielo lavado y obligada a transitar por un camino secundario, ya que la crecida del Río Láinez había arrancado un puente, la Brigada Rural pudo llegar. En la propiedad de Tardón se halló y secuestró evidencia consistente en elementos propios de la faena de animales como así también restos de carne fresca”.
Luego del análisis sonoro de la voz que claramente se escucha en el video viralizado, con sus modismos e inflexiones, sumado a los elementos secuestrados y otros más reservados en el proceso, Diego Darío Tardón fue detenido e imputado de haber violado la Ley referida a maltrato y actos crueles hacia los animales. Debido a que en Argentina la pena por esa figura delictiva apenas es de 15 días a 1 año de cárcel, Tardón fue excarcelado pocas horas más tarde, sin perjuicio de la prosecución del proceso en el Juzgado de Competencia Integral de Tolhuin, a cargo del juez José Pellegrino.
En la esfera judicial y en la causa que lleva el Nro. 387/23 que se carátula “Darío Tardón sobre infracción a la Ley 14.346”, se le asignaron nombres a las dos víctimas del cruel accionar de quien además exhibe el perverso gusto de filmarse y fotografiarse martirizando animales, tal como se ve en sus redes sociales. El nombre de “Maximus” se le dio al potrillo y de “Reina”, a su madre, para identificarlos durante la substanciación del expediente.