Loana y Eliseo cayeron a un pozo de 2 metros de profundidad cuando caminaban por la calle Héroes de Malvinas, en la base del barrio Dos Banderas.
El perro de la familia que los acompañaba, colaboró en la tarea de encontrarlos. El padre, Martín, agradeció al noble animal al presentarlo como “nuestro rescatista Bandido. Te amamos”. También agradeció a los bomberos del Cuartel Zona Norte y a toda la gente que ayudó a que el gravísimo incidente tuviera un buen final.
Con poca visibilidad por la densa cortina helada que cubrió la ciudad y sobre la gruesa capa de nieve que cubría todas las superficies, una joven mujer y su pequeño hijo estuvieron a punto de morir hundidos en un profundo pozo abierto a corta distancia de la calle Héroes de Malvinas y cerca de uno de los accesos al barrio Dos Banderas. Loana Márquez, cariñosamente llamada Loa y Eliseo, de 4 añitos, acompañados por “Bandido”, el perro de la familia, caminaban juntos cuando de repente el suelo se esfumó debajo de sus pies.
“Con mi nene nos caímos en ese pozo de más de un metro y medio de profundidad y que apenas tenía dos maderas cruzadas. Primero se cayó mi hijo, yo me di vuelta y entonces ya no lo vi. Me desesperé. Pensé que alguien se lo había llevado. Después empecé a caminar y a correr buscándolo hasta que no sé en qué momento me caí. Fue de lleno. Sentía que se me caía toda la nieve encima. Me tapaba por completo. Movía los brazos para todos lados hasta que lo vi a Eliseo… ahí estaba, muy asustado. Yo traté de calmarme para poder tranquilizarlo a él. Como la nieve estaba muy liviana, donde pisaba me hundía y no podía hacer pie. Quise sacarlo a él primero pero no me daba la altura. Y él no me quería dejar. Hasta que llegaron todos y nos ayudaron. Pensé que habían pasado solo 5 minutos pero después resultó ser que estuvimos en esa situación más de media hora”.
De esta manera Loa evoca lo ocurrido y a su testimonio se suma el de su esposo y papá de Eliseo, Martín Alvarez, quien después de lo que le ocurrió a dos de las personas que más quiere en la vida se ocupó con su tío de tapar el fatídico pozo: “Con mi tío Maxi colocamos unas tarimas y cubiertas pero hoy lunes fui a las 9 de la mañana a ver el lugar en donde el domingo se cayó mi mujer y mi hijo y resulta que todo sigue igual… Personal de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios apareció después de lo sucedido pero no hicieron más que poner un cartel. Alguien hizo mal su trabajo sin pensar en el otro. Le pudo haber pasado a cualquiera. Esta vez les tocó a ellos que están sanos y salvos, pero el mal momento que pasaron y yo mientras los buscaba, fue muy feo .. .”.
Martín agradece “a toda la gente que me acompañó y me ayudó a encontrarlos” y tiene palabras especiales para el perro de la familia: “Nuestro perro pudo escucharla gritar a Loana y fue corriendo a buscarla y lo seguimos. Te amamos Bandido!”.
Sobre el estado de salud de madre e hijo, Martín tranquiliza: “Por suerte Loa y Eliseo están bien, ya en casa y con reposo”.