La causa iniciada el domingo último al aparecer en una confusa situación una mujer con un tiro en la sien en Río Grande, está a punto de cerrarse bajo la carátula de suicidio.
Los resultados obtenidos hasta el momento indican que los cuatro gendarmes – la víctima, su pareja y otros dos hombres de la Fuerza, tenían alcohol en sangre.
El domingo 3 de diciembre en horas de la madrugada, una mujer de 29 años de edad, integrante del Escuadrón Nro. 62 de Gendarmería Nacional con asiento en Río Grande, e identificada como María Rodríguez, apareció en el baño de la vivienda sita en la esquina de las calles José Manuel Estrada e Hipólito Yrigoyen, agonizante. Junto a ella se encontraba su arma reglamentaria. Fue su pareja y otros dos hombres pertenecientes a la Fuerza, quienes se encontraban a muy corta distancia, en la cocina comedor de la casa, los que intentaron prestarle algún tipo de auxilio a la chica, pero al percatarse de la gravedad de la situación pidieron una ambulancia.
De este modo María Rodríguez ingresó a la guardia del Hospital Regional Río Grande con un hilo de vida, debiendo ser intervenida quirúrgicamente de urgencia. Pese a todo, falleció algunas horas más tarde en la Unidad de Terapia Intensiva.
La investigación
A cargo del caso, la jueza del Juzgado de Instrucción Nro. 3, Cecilia Cataldo, dispuso la inmediata detención de la pareja de la víctima y de los otros dos gendarmes, a la vez que ordenó la realización de exámenes de sangre para determinar si habían consumido alcohol u otras sustancias, además de la autopsia al cadáver de la mujer de origen chaqueño. También requirió una pericia de relevamiento visual en la vivienda en general y en el baño en particular en donde apareció la víctima y las pruebas de búsqueda de pólvora en las manos de todos los involucrados.
Luego de tomarles declaración indagatoria, los tres gendarmes pudieron recuperar su libertad el día martes último, aunque continuarán vinculados a la sustanciación de la causa hasta su definitivo cierre, lo que parece que ocurrirá en forma inminente.
“Se levantó de la mesa y al rato escuchamos el disparo”
En forma extraoficial se pudo saber que la declaración de los tres gendarmes que se encontraban reunidos la noche del sábado 2 y madrugada del domingo 3 de diciembre en la vivienda en cuestión, junto a María Rodríguez, no registró contradicciones en relación a cómo fueron sucediendo los hechos con el transcurrir de las horas. La pareja de la chica sostuvo que durante la charla grupal con los amigos surgió en un momento un tema de índole personal que pareció mortificarla. La vieron entonces levantarse de la mesa para dirigirse al baño. Minutos después escucharon la detonación.