Luego de parirlo en el Hospital Regional Ushuaia, el día 21 de abril de 2015, se escapó llevándose a la criatura y le dio muerte en un lugar entre el nosocomio y su domicilio, en la calle Marcos Zar, del Barrio Solier.
Con fecha 30 de septiembre de 2017, el Superior Tribunal de Justicia dictó resolución en la causa “G. P., A. P. s/ Homicidio doblemente agravado” -expte. nº 259/16 SP, en que la defensa impugnó la sentencia del Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Sur que había condenado a Andrea Paola González Paduan a la pena de dieciséis años de prisión.
Sustancialmente, la defensa había formulado tres planteos: la inimputabilidad de la acusada (por presencia de un cuadro agudo de psicosis puerperal); que ésta actuó en un estado de emoción violenta y -finalmente- cuestionó el monto de la pena impuesta, superior a la que había solicitado el agente fiscal interviniente.
Por unanimidad, el Superior Tribunal rechazó los dos primeros agravios e hizo lugar al tercero, al considerar que el Tribunal de Juicio no dio fundamentos suficientes para apartarse de la pena solicitada por el fiscal en su alegato. En concreto, entendió que el sentenciante no había valorado en su justa medida las circunstancias acreditadas en el debate en cuanto a la historia de vida y estado de salud psíquica de la enjuiciada, en tanto resultaban condicionantes de su capacidad de determinación frente al hecho. Asimismo, consideró que el Tribunal de Juicio valoró negativamente otras circunstancias que no eran susceptibles de agravar el reproche.
De este modo, el Superior Tribunal de Justicia casó parcialmente la sentencia y fijó el quantum de la pena en diez años de prisión (de cumplimiento efectivo), similar a la que había solicitado la fiscalía al cierre del debate.
De 16 años a 10: La reducción de la pena tampoco conforma a la defensa
El Dr. Raúl Paderne, abogado de la mujer que el año pasado fue condenada por matar a su bebé tras escapar del hospital donde había dado a luz, se refirió a la decisión del Superior Tribunal de disminuir su condena, de 16 a 10 años de prisión, al hacer lugar al pedido de la defensa que había cuestionado que el monto de la pena que había impuesto el tribunal era muy superior incluso a lo solicitado por el fiscal.
«La reducción de la pena tampoco conforma a la defensa -dijo el letrado a la prensa-. Si bien es un avance, entendemos que vamos a recurrir por recursos extraordinarios».
«Hay hipótesis que manejamos de la defensa que refieren al homicidio en estado de emoción violenta -dijo-. Creo que lo probamos, que este desgraciado hecho no ha tenido justificación pero ha sido la consecuencia de una historia de vida, de una patología que a criterio de la defensa claramente ha sido demostrado».
«Mi defendida, con el tratamiento médico que está llevando a cabo, es una persona absolutamente útil en su posición personal hacia la sociedad. Fue un evento absolutamente desgraciado y trágico», insistió.
«Todavía estoy leyendo la resolución pero sí puedo adelantar que vamos a recurrirlo -anticipó-. Sinceramente creo en la inimputabilidad y entiendo que la defensa lo probó. No tengo dudas».
«Tengo el convencimiento que es una tragedia tremenda, no hay forma de reparar el daño causado, pero tampoco creo que sea justo una condena».
Sobre la realidad actual de la mujer, dijo que «es una persona que hoy está en su casa con reglas de conducta, desarrollando su vida lo mejor que pude, sometiéndose a un tratamiento psiquiátrico».
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