Creciente indignación del personal sanitario por la precariedad laboral en la que desempeñan sus tareas.
La falta de ambulancias que estén operativas obliga a camilleros, enfermeros y otros agentes sanitarios, a cargar varias veces en el día, bolsas que trasladan a pie o en carros, con sábanas, medicamentos, sondas y otros insumos de uso médico, desde el edificio incendiado al hospital general de Ushuaia que hoy constituye el gimnasio “Cochocho” Vargas. “Este es otro abuso más de este Gobierno que no es la primera vez que nos expone al frío y la nieve” – sostuvieron con resignación.
“Móviles hay muy pocos y se están exclusivamente usando para emergencias. Ahora la gente va a entender por qué un par de semanas antes del incendio del hospital nos manifestamos frente a la guardia denunciando que las ambulancias no tenían ruedas con clavos, no se les hacían los services y muchas de ellas estaban directamente fuera de servicio. Hoy la realidad demuestra que protestamos porque este Gobierno de lo que menos se preocupa es de la salud de la gente y de quienes trabajamos en la salud”, indicó a Diario Prensa Libre el personal que hoy se ve obligado a cruzar desde el HRU al polideportivo, lugar impensado para que haya pacientes internados con todo tipo de patologías.
Bajo una persistente nevizca, ayer algunos de ellos luchaban con carritos sobre el hielo para aprovisionar al gimnasio de elementos de uso médico, tal como la cámara lo registró y que no admite más palabras.
Diario Prensa
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