Bruxismo.  Otra consecuencia del estrés

Bruxismo. Otra consecuencia del estrés

Bruxismo. Otra consecuencia del estrés

¿Quién no es víctima de estrés en esta época?.  Esta situación emocional es de las más nombradas en los últimos años, sobre todo desde el inicio de la pandemia que afectó la vida del mundo entero. Y una de sus manifestaciones es justamente el  apretamiento y/o rechinamiento de los dientes durante la noche, con la inevitable secuela a la mañana siguiente de dolor, contractura facial y limitación de la apertura bucal. Ese movimiento dental involuntario es conocido como bruxismo.

Esta patología es muchas veces diagnosticada por el profesional en la consulta ya que observa desgastes en los dientes, que muchas veces suelen ser severos; y otras veces es el motivo de la visita del paciente al odontólogo debido a que siente dolor dentario generalizado, dolor en la mandíbula, contractura de cuello y cara, y trabas en la apertura bucal, que suelen ir acompañadas de ruidos articulares a la altura del oído.

Esta actividad bucal suele darse en la noche, cuando el paciente duerme, pero también hay un bruxismo diurno,  el cual es frecuentemente diagnosticado por el mismo paciente. El nocturno lo es porque alguien le avisa al bruxómano que esta haciendo ruidos con sus dientes durante el tiempo que duerme, o por él mismo cuando las secuelas repercuten en su calidad de vida.

El bruxismo abarca muchas posibilidades de tratamiento, pero es esencial entender que el origen de esta enfermedad o punto central, está relacionado  plenamente con el estrés. Esto significa que debe ser tratada no solo desde el ámbito odontológico, sino también desde el psicológico – emocional.

Respecto al tratamiento odontológico puntual,  implica el uso de placas miorrelajantes y masajes que se enseñan al paciente para que los ejecute buscando lograr la relajación muscular necesaria. En situaciones complejas de esta patología se devuelve la estructura original de los dientes que sufrieron desgastes, se indican fármacos como miorrelajantes musculares, y muchas veces se deriva al paciente  a la consulta con un kinesiólogo para tratar la afección muscular  y articular.

Por último , la placa miorrelajante antes mencionada, es de suma importancia en este tratamiento, y el paciente debe saber que ésta tiene que ser rígida y de superficies lisas, además de incluir unas trabas en el sitio de los caninos para que la mandíbula en sus movimientos involuntarios e incontrolados no logre desplazarse mas allá de estas trabas. Este tipo de aparatología es similar a los protectores bucales de los deportistas.

Es importante un control temprano ya que este tipo de parafunción provocará con el paso del tiempo mayor deterioro dental, muscular y articular, el cual puede después tornarse irreversible.

¡La prevención es salud!.


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