El hombre de 54 años, oriundo de Buenos Aires, fue interceptado a bordo de un camión de carga cuando se disponía a egresar de Río Grande.
La víctima de edad avanzada dijo haber recibido un llamado telefónico de quien creyó que era su nieto, entregándole posteriormente los ahorros a alguien que pasó por su casa a buscarlos en su nombre. La premura con la que actuó el juez Raúl Sahade le permitió a la Policía detener al autor del cuento del tío con un botín de dólares, euros y moneda nacional.
Una persona de la tercera edad denunció el pasado martes 28 de noviembre en sede policial que resultó damnificada en la suma de alrededor de 10 mil dólares que ella misma le entregó a un desconocido que se presentó en su casa, haciéndose pasar por un amigo de su nieto. Antes el mismo individuo habría simulado por teléfono ser ese mismo nieto, indicándole que estaba en el banco para cambiar sus viejos billetes por moneda extranjera nueva y que una persona de su confianza iba a pasar a retirarlos.
Al percatarse horas más tarde de que había sido víctima del cuento del tío, el estafado se acercó a la comisaría próxima a su domicilio, tomando inmediata intervención el área de Delitos Complejos de la ciudad de Río Grande y el Juzgado de Instrucción Nro. 2 a cargo del juez Raúl Sahade.
Con gran premura, el magistrado dispuso, como consecuencia de los resultados de la investigación policial efectuada, que se procediera a la detención, el día miércoles 29 de noviembre de César Javier Isla, de 54 años de edad, oriundo de la provincia de Buenos Aires y chofer de la empresa de transportes Cantarini. Los efectivos así lo hicieron, justo cuando el camionero se disponía a abandonar la ciudad, siendo interceptado por los móviles policiales en el parque industrial, operativo al que se sumó también un móvil de la AFIP – Aduana con un can rastreador.
Al ejecutar las medidas judiciales dispuestas por el juez Sahade, de registro vehicular del camión Scania P410, de color azul, chapa patente AE 508 IV y personal de su conductor, los uniformados encontraron en poder de César Isla una importante suma compuesta por pesos argentinos, dólares y euros. En consecuencia, el camión de carga fue secuestrado y el chofer privado de la libertad para evitar que se profugara, fijándosele fecha de comparecencia ante el juez Sahade para la realización de la declaración indagatoria.