“Cap Polonio”: 30 años en la historia de Ushuaia

“Cap Polonio”: 30 años en la historia de Ushuaia

12 de octubre de 1992 – 12 de octubre de 2022

Escribe: Oscar Rubinos, hijo.

¿Y cómo comenzó la historia?. Mis padres, el “Nene” y María Rosa, eran comerciantes, al igual que muchos de quienes vivían en Ushuaia en esos días. Con entusiasmo los dos incursionaron en varios emprendimientos hasta que comenzaron en la calle San Martín, el muy conocido kiosco Casa Avenida.

“Cap Polonio”: 30 años en la historia de Ushuaia
A la izquierda, con remera blanca, el yesero Emilio Córdoba, fallecido hace algunos años_Realizó de manera artesanal y con excelencia las molduras de todos los cielos rasos

Durante una charla cariñosa, amena y llena de recomendaciones, mi padre visitó a don Alejandro Fadul para pedirle que le diera la posibilidad de alquilarle unos locales en San Martín, entre las actuales calles 9 de Julio y Juana Fadul, que tenían varios  interesados. Con el sí de don Fadul comenzó una actividad familiar que se extendería por muchos años, encabezada por mis padres y mis hermanos Marcela “Gigi”, Mariel, Luisito y yo. El kiosco innovó en la plaza comercial con la venta en pleno centro de productos importados, de librería, pañales y la distribución y venta de revistas, entre otros mil artículos.

“Cap Polonio”: 30 años en la historia de Ushuaia
Oscar “Nene” Rubinos y su esposa María Rosa con los trabajadores que realizaron la obra, entre los que se puede ver al antiguo poblador Carlos Leichner. A la izquierda aparece Oscar Rubinos, hijo.

En tiempos en que Internet no existía ni en la imaginación y sin cable, el kiosco y su variedad de publicaciones disponibles era lo más parecido a navegar en la web. Había medios para todos los gustos: El Gráfico, revistas de crucigramas, Nippur, Dartagnán, El Tony,  Lupin, Humor, Patoruzito, Billiken, Anteojito, Radiolandia, Somos, Gente, Para tí, Corsa, Ser Padres, Bricolage, Parabrisas, Week end, Mecánica Popular… y así podría ocupar una página completa.

“Chichina” Buezas Rubinos y María Rosa Teggi.

Todos los vecinos de Ushuaia pasaban por el lugar, nos conocían y nosotros conocíamos sus gustos. Algunos hacían reservas de su medio favorito y pasaban a modo de cita obligada al menos dos veces por semana, en el caso de las revistas y todos los días, en el de los diarios.

Comisario Celestino Dalmazo y Carlos Rubinos.

En esos tiempos prevalecía en el espíritu de “el Nene” y María Rosa, la idea del ahorro, de esforzarse para invertir las ganancias en un proyecto futuro y visionario. Fue así que comenzaron a hacer las tratativas para comprar un terreno de 40 por 40 m2. Era muy difícil afrontar solos semejante acción, por lo que en unión con otros dos empresarios se logró que la familia propietaria vendiera y se subdividiera la propiedad. El objetivo ya era claro: construir un gran local comercial y un hotel.

Oscar “Nene” Rubinos con el intendente de la época, Mario Domingo Daniele.

Para quienes recuerdan esos años, lo primero que se pudo terminar fueron los locales comerciales, con una parte ocupada por el kiosco y en otra, por la casa de importación “El Globo Naranja”, ya que sus propietarios estaban construyendo su local en lo que hoy es Atlántico Sur.  A los pocos años toda la planta baja funcionaba como revistería, librería, kiosco y perfumería, con el gran boom que significó la irrupción en el mercado de los pañales descartables.

Familia Rubinos, Muñoz y Wallner.

Continuaba mientras tanto la construcción del edificio, hacia arriba. Recuerdo que estuvimos en obra a lo largo de unos 8 o 9 años. Parecía interminable. Pasamos por momentos difíciles porque todos los esfuerzos estaban puestos en no parar los trabajos, en poder hacer una losa más, cerrar otro piso, techar, después comprar los muebles, las cortinas, etc.  Si quien construye hoy una casa debe afrontar muchos inconvenientes, los que surgían en una obra grande y sin recursos que sobraran, hace tres décadas atrás, eran sumamente complicados.

El “Indio” Iribarne y señora.

A modo de anécdota recuerdo que el edificio estaba proyectado con calefacción por aire caliente, por lo cual estaban instalando conductos en todos los techos. Sin estar demasiado convencidos de como estaba quedando, contrataron al MMO Alberto Moreno. Luego de recorrer la obra se hizo una reunión en la oficina, comentando Alberto en esa ocasión que ese tipo de calefacción se estaba dejando de usar, que los techos iban a quedar muy bajos y que era mejor construir un espacio fuera del edificio para instalar calderas.

Fue un  momento crítico, obvio, con peleas en un principio con Alberto, por el abrupto cambio de planes y su impacto en los costos… Esa noche, en la cena, se habló del tema y al otro día se tomó una decisión que cambio completamente el edificio. ¡Saquen todos los conductos esos…!. ¡Alberto tiene razón…!” – dijo “el Nene”.

Izquierada :Diputado Carlos Manfredotti. Derecha: Constante Moreno Preto.

Así se comenzó la construcción de un mangrullo en donde se instalaría un modernísimo sistema de calefacción para la época, de calderas y radiadores, que muchos años después comenzó a emplearse también en viviendas.

Dres. Eugenie Posleman y Roque Sánchez Galdeano.

El edificio, además de ese detalle único, tenía otros como por ejemplo el uso de ladrillos huecos cerámicos en todas las divisiones, un ascensor hidráulico, todo el cielo raso realizado artesanalmente con molduras de yeso, hechas por el desaparecido Emilio Córdoba; el mobiliario era de calidad como las camas Simmons, al igual que todos los revestimientos Kalpakián. ¡Debíamos llegar al 12 de octubre con todo terminado, nada menos que al aniversario de Ushuaia!.

Vecinos Wallner, Arko y Catalán.

Luego de unos días de muchas corridas en los que toda la familia colaboró planchando, haciendo las camas de las habitaciones, instalando muebles… llegó el gran día. Era el 12 de octubre de 1992, fecha que inclusive con orgullo pasó a formar parte de la agenda de actividades del aniversario 108 de la ciudad.

Vecinos “Negro” Muñoz, Antonio Teggi y don Weiss.

En estos 30 años de vida han pasado muchas cosas, muy difíciles para la empresa pero sobre todo para nuestra familia. Entre otros, durante 6 años, en los 90, nos vimos obligados a alquilar el edificio. La dificultad en el pago de cuotas y la falta de turismo en esos años no nos permitían hacer frente a nuestra obligaciones.

Prensa Libre estuvo en la inauguración del Hotel Cap Polonio, para registrar el importante acontecimiento social de la época.

Hasta que comenzó a funcionar nuevamente en el año 2000, en forma ininterrumpida, con algunos cierres temporales solo por remodelaciones.
Han pasado por el hotel infinidad de personas e incalculables eventos.

“Cap Polonio”: 30 años en la historia de Ushuaia
El nombre Cap Polonio, fue elegido por la familia Rubinos en referencia al primer barco de turismo que llegó a Ushuaia, en diciembre de 1922, hace 100 años.

Muchos de quienes lean esta nota han estado seguramente en él, por algún motivo. Desde presidentes dando charlas, deportistas reconocidos, capacitaciones, presentaciones de libros, ferias de artesanos, colegios, clubes y todos los partidos políticos han compartido tiempo allí con sus simpatizantes. Gran cantidad de artistas nacionales se han alojado en nuestro hotel y nuestra gastronomía desde hace 22 años es un punto de encuentro para residentes y turistas.
Hoy seguimos trabajando en familia. Nos transformamos y evolucionamos con la tecnología, aplicamos una certificación de eco etiqueta “Hoteles más Verdes”, crecimos, seguimos en permanente renovación y ofrecemos una gastronomía moderna con orientación saludable.
¡Gracias a todos los que han vivido junto a nosotros este proceso que comenzó hace tantos años!.


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