Nuevo debate legislativo sobre el uso de los ecosistemas marinos.
En la última reunión de comisiones del lunes último, referentes indígenas, ambientalistas y expertos en ciencias reiteraron su rechazo a la modificación de la Ley 1.355. El tema continuará en debate.
La Legislatura fueguina retomó el debate sobre el futuro de la acuicultura en la provincia, en el marco del análisis del asunto Nº 143/25 que propone modificar la Ley provincial Nº 1.355, norma que prohíbe la cría y producción de salmónidos en aguas lacustres y marítimas. En esta oportunidad, y como ha ocurrido en reuniones anteriores, se reiteró un fuerte rechazo a cualquier intento de habilitar la salmonicultura industrial en el ecosistema fueguino.
La reunión fue encabezada por legisladores de las comisiones de Ambiente (Nº 3) y de Legislación General (Nº 1), quienes dictaron un cuarto intermedio para continuar el análisis técnico y político del proyecto. Entre las resoluciones adoptadas, solicitaron al Poder Ejecutivo precisiones sobre el cumplimiento de la “consulta previa, libre e informada” a los pueblos originarios, tal como establece la normativa vigente.
Durante la jornada expusieron representantes de pueblos originarios, organizaciones ambientalistas como la Asociación Manekenk, activistas y especialistas en ciencias ambientales y sociales. Desde el inicio se leyeron notas de oposición ingresadas por distintos sectores, en particular de las comunidades originarias que expresaron su rechazo a cualquier modificación que implique habilitar una actividad que consideran dañina para el ambiente y contraria a su cosmovisión.
La ministra de Producción y Ambiente, Karina Fernández, presentó, en contraposición, los argumentos del Ejecutivo provincial: sostuvo que el proyecto busca una adecuación normativa que permita un desarrollo sostenible de la acuicultura en Tierra del Fuego, y afirmó que se trata de “una normativa moderna, adaptada al contexto provincial”, con potencial para generar empleo genuino en un escenario económico adverso. “La acuicultura es la única actividad con tasa de crecimiento en Tierra del Fuego”, aseguró, al tiempo que prometió el respeto al equilibrio ecológico.
Sin embargo, las voces críticas fueron mayoría. El antropólogo Ernesto Piana recordó que la ley vigente —sancionada por unanimidad— tuvo una gran repercusión internacional al posicionar a Tierra del Fuego como pionera en la defensa de sus ecosistemas marinos y lacustres. En ese sentido, cuestionó el intento de desandar ese camino en nombre del desarrollo económico.
Con posturas enfrentadas y con el foco puesto en el impacto ambiental, cultural y económico del modelo productivo que se busca impulsar, el debate quedó abierto y continuará en el mismo escenario, en los próximos días.