El hecho ocurrió frente a la sede de la Comisaría 1era de Ushuaia, en el pasaje Antonio Romero 577.
Un inusual incidente de tránsito y otro de pugilato tuvieron lugar el miércoles 27 de julio, alrededor de las 18.30, en el por lo general tranquilo pasaje Antonio Romero, que se extiende entre Magallanes y Solis, en donde se emplaza la sede de la Comisaría 1era.
En ese lugar, un automóvil Peugeot 206, de color negro, dominio JBK 173, conducido por Ramiro Ángel Agustín Colantuono, de 18 años de edad, a quien acompañaba otro joven, subió ráudamente en contramano por el pasaje Romero, siendo el sentido de la arteria descendente de Solis a Magallanes. En su veloz desplazamiento y debido al estado resbaladizo de la calle, impactó de costado con un rodado Volkswagen Surán estacionado, propiedad de una vecina de la cuadra, Gisela Sibadón, de 35 años de edad y una camioneta de color blanco, estacionada sin ocupantes, ignorándose la identidad de su dueño.
Inmediatamente detrás, en franca persecución, un automotor Nissan March, de color gris plata, chapa patente AB797 QO, conducido por Wenceslao Germán Age Wehr, de 40 años de edad, acompañado por otro sujeto adulto, avanzó también en contramano por la arteria, impactando de lleno al Peugeot que lo precedía en la puerta lateral derecha.
Apenas unos segundos bastaron para que Age Wehr saltara del vehículo junto a quien lo acompañaba y se avalanzara sobre los ocupantes del Peugeot. Del lado del acompañante se vio salir corriendo a toda velocidad a un joven que rápidamente se perdió de vista mientras que el conductor Colantuono, no tuvo la misma posibilidad: Age Wehr le pegó cuatro trompadas mientras lo insultaba sin que se pudiera entender qué es lo que estaba ocurriendo, a las puertas de la dependencia policial.
Fue un vecino de buena voluntad que intervino en la dispar agresión de Age Wehr hacia Colantuono, intentando separarlos, pero quien acompañaba al conductor del Nissan March, creyendo que ese vecino era quien acompañaba al joven en la huída, la emprendió también contra él a golpes de puño.
Finalmente, los efectivos policiales tomaron cartas en el asunto advirtiéndole a los violentos sujetos que serían detenidos si persistían en su actitud, mientras se suscitaba otro incidente poco claro: De repente el conductor del Peugeot 206, Ramiro Colantuono, ante la vista de un uniformado, agarró un teléfono celular y se lo guardó en el bolsillo, diciendo que era de su propiedad. Simultáneamente, a metros de distancia, el conductor del Nissan March, Wenceslao Age Wehr, iluminaba el suelo debajo del Peugeot de Colantuono, diciendo que se le había perdido un celular con las mismas características que el muchacho acababa de decir que le pertenecía. Debido a ello, los policías procedieron a la aprehensión de Colantuono, imputado en flagrancia por hurto.
Momentos más tarde personal de la Dirección Municipal de Tránsito procedió al secuestro del Peugeot, sin que trascendieran las razones de ello ni tampoco las razones de una persecución que terminó a las trompadas.
Al cierre de la presente edición se continuaban realizando las actuaciones tendientes a entender qué pasó. Ampliaremos.
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