Ocurrió en el asentamiento Dos Banderas.
La mujer, de la que no trascendió su nivel de alcohol en sangre, transportaba en un vehículo VW Gol, a su marido, una pareja y cinco niños. Tampoco tenía seguro.
El sábado 2 de abril a las 8 de la mañana, aproximadamente, personal bomberil del Cuartel Zona Norte y policial de la Comisaría 5ta., con asiento en el Valle de Andorra, fue convocado por un siniestro vial en el que cinco menores de edad estuvieron en grave riesgo, resultando algunos de ellos heridos.
Al llegar los servidores públicos al asentamiento poblacional Dos Banderas, en las calles Cerro Jeujepén casi Monte Olivia, se encontraron con un automóvil Volkswagen Gol de color gris metalizado subido a una vereda en una elevación del terreno, incrustado contra la base de un árbol y con toda su parte frontal destruída, permitiendo presumir esto último que el impacto se produjo a considerable velocidad.
El automotor se encontraba al mando de Giuliana Bazán, a quien acompañaba su pareja, Sebastián Vallejos. En el asiento trasero viajaban Jonathan Domínguez con Noelia Rejala y cinco niños de 2, 6, 8 (dos de la misma edad) y 11 años de vida.
Debido a que la conductora manifestaba estar muy dolorida, al igual que una de las niñas, fueron ambas trasladadas en una ambulancia a la guardia del nosocomio para ser sometidas a estudios de diagnóstico. Giuliana Bazán fue internada en observación mientras que la nena, después de ser examinada por la pediatra de turno, fue dada de alta con recuperación en domicilio.
Consultada Noelia Rejala, madre de la menor lesionada, si deseaba instar una acción penal en contra de Giuliana Bazán por las lesiones leves sufridas por la menor, en el marco del Art. 72 del Código Penal, se rehusó a ello.
Requerida la documentación a Bazán, se pudo saber que el propietario y responsable legal del vehículo en realidad es su pareja, Sebastián Vallejos, quien admitió que no contaba con seguro siniestral.
El Juzgado de Instrucción Nro 2, a cargo de la jueza María Cristina Barrionuevo y de su secretaria, Mercedes Beatríz López Vega decidió que se labren actuaciones por la vía ordinaria y que se le restituya el rodado a Vallejos, pero al constatar los inspectores municipales que éste no contaba con cobertura de ninguna empresa aseguradora, dispuso el incautamiento de la unidad y su traslado al playón de secuestros.
No trascendieron a la prensa los niveles de alcohol en sangre de la conductora.
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