En Río Grande.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) confirmó el primer caso positivo de influenza aviar en mamíferos silvestres. Resultaron positivos 7 de 21 lobos marinos de un pelo que se encontraron muertos en Río Grande.
Ante la sospecha por la mortandad se enviaron muestras al Laboratorio Nacional del Senasa, las cuales dieron diagnóstico positivo de IAAP H5.
El organismo precisó que «hasta la fecha, se habían atendido en el país dos sospechas previas en lobos marinos que resultaron negativas».
El hallazgo se realizó en el marco de las acciones de vigilancia y las medidas que se llevan adelante en todo el país para la prevención de la enfermedad, establecidas por la declaración de emergencia por IAAP (Resolución Senasa Nº 147/2023) y con el objetivo de preservar la reciente autodeclaración de país libre de la enfermedad en aves de corral.
En este contexto, el Senasa conformó junto con el Gobierno provincial y el Municipio de Río Grande un comité de seguimiento para el desarrollo de las tareas de control y contención en la zona afectada.
Asimismo, el organismo continúa trabajando con las distintas regiones, junto con organismos nacionales, provinciales, municipales y el sector productivo, ya que el estado de alerta se mantiene ante el comportamiento de la enfermedad y sus formas de transmisión y diseminación.
Al producirse el varamiento de lobos marinos en el área protegida de la costa atlántica, el Senasa y las autoridades provinciales de Ambiente dispusieron un protocolo sanitario para su intervención a partir del cual se inhabilitó el acceso y acercamiento al sector de costa de la Reserva de Río Grande y se tomaron las muestras correspondientes que se enviaron a Buenos Aires para su análisis.
«Según la experiencia internacional, se observó que los mamíferos marinos pueden ser susceptibles a la IAAP y que, con baja frecuencia, pueden infectarse», señaló el Senasa en un comunicado.
En este sentido, el organismo contempló que se registraron casos positivos en países de la región, como Perú y Chile, y en este último, en Puerto Williams, se destaca la aparición de un lobo marino sudamericano (Otaria flavescens) con IAAP en junio de este año.
Por último, el Senasa informó que este viernes se realizó una reunión para establecer los lineamientos del trabajo para la erradicación del brote y la mitigación del riesgo de diseminación de la enfermedad, en la que participaron miembros de la Dirección Nacional de Sanidad Animal del Senasa y su Centro Regional Patagonia Sur; representantes del los ministerios de Producción y Ambiente y de Salud fueguinos; municipios y otros actores de relevancia para la región.
“La población no debe acudir a las zonas en donde se encuentran estos animales”
En diálogo con la prensa, el coordinador del servicio de SENASA, Germán Rezanowicz, habló sobre el hallazgo del varamiento de lobos marinos en las costas de Río Grande y aseguró “los lobos murieron por causa de influenza aviar”.
Al respecto, sostuvo “en el último tiempo en el territorio nacional no se había detectado ningún caso, si había casos informados en Perú y en Chile. No hay que asustarse, esto es una enfermedad viral que en cuanto la población no tome contacto de forma directa con los animales enfermos o muertos, no tienen ningún tipo de peligrosidad”.
Por su parte, expresó “estamos haciendo un trabajo multidisciplinario con gran parte de las instituciones de Tierra del Fuego y entre todas estamos tratando de concientizar a la población para que no se acerquen al lugar”.
En la misma línea, manifestó “la población no debe acudir a las zonas en donde se puedan encontrar estos animales, aquel turista o transeúnte que no haya tenido precaución del caso, se debe alejar del espacio para no tener un contacto directo y debe dar aviso a las instituciones tanto Municipalidad, Policía, Ambiente de la Provincia, Defensa Civil, Bomberos o Senasa”.
Sobre la muerte de los lobos marinos, informó “indudablemente estos animales han sido contagiados por el consumo de aves enfermas o muertas por causa de la gripe aviar. No hace falta que sea un ave migratoria porque una vez que el virus se hace presente en un determinado lugar, puede estar circulando entre las aves”.
“Tenemos que evitar que la enfermedad llegue al circuito doméstico, no se tienen que afectar las aves domésticas, por eso se pide a la población que no concurra a esos lugares. Sobre todo para resguardar su salud y para no generar diseminación del virus”, insistió.
Finalmente, afirmó “más allá de lo desagradable del hallazgo, a la persona común no le genera ningún inconveniente en su vida”.