El excomisiario de Río Grande, Marcelo Guerrero, atravesó tres años de proceso judicial tras ser acusado de “abuso de autoridad y violación de los deberes de los funcionarios públicos”. El funcionario policial había trascendido a nivel nacional luego de crear grupos de Whatsapp integrados por vecinos para prevenir el delito en su jurisdicción.
“Cuando el abogado me mandó el oficio no pude ni leerlo porque me puse a llorar mucho. Estaba con mis hijos y festejamos mucho. Fueron tiempos difíciles, pero noté mucho acompañamiento de familia, amigos y de la gente. A donde iba tenía palabras de aliento. Esas cosas no te dejan caer”, relató en diálogo con la prensa.
Guerrero afirmó “creo mucho en Dios y a todos les decía que era cuestión de esperar. Mis abogados Francisco Giménez y Fernando Lapadula siempre me apoyaron, porque hicimos las cosas bien”.
“Cuando llegué a la comisaría la situación era complicada, empecé a tener reuniones con vecinos y en la primera reunión masiva me paré y les dije a todos ‘agarren su celular, anoten el mío y cualquier cosa que necesitan me mandan un mensaje por Whatsapp’. Ahí armé mi primer grupo de Whatsapp con 53 vecinos y terminamos con más de 2000 personas en los grupos”, relató sobre sus inicios al frente de la Comisaría Quinta de la ciudad de Río Grande.
“Yo no vivo en esa jurisdicción, pero soy un vecino de la ciudad”, agregó.
Sobre la decisión de la Justicia, Guerrero aseguró “estoy feliz con este fallo, finaliza este duro momento. La parte administrativa siempre estaba sujeto a lo que decía la parte judicial. Calculo que ahora el Superior Tribunal de Justicia manda oficio a la jefatura y espero poder retomar mi actividad”.
“Nunca dejé de ser comisario. Tengo muchas ganas de volver, estoy en edad para jubilarme pero tengo mucho para dar”, concluyó.
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