Juicio por la muerte de la estudiante riograndense, ocurrido hace 13 años.
A diferencia de lo que ocurrió con Patricia Zapata, la madre de la joven asesinada en Buenos Aires en el año 2010, quien declaró cara a cara con Francisco Amador, la ex pareja de su hija y único imputado, Eduardo Rago y Matías Rago Zapata pidieron que el acusado fuera retirado del recinto para testimoniar.
Sentada a escasos metros del principal sospechoso de haberle quitado la vida a su hija Marianela, Patricia Zapata, reiteró ante el Tribunal Oral en lo Criminal de Buenos Aires que está convencida que el asesino de la joven fue Francisco Amador, su ex novio.
La mujer prestó declaración testimonial sin inmutarse ante los jueces Hugo Navarro, Juan María Ramos Padilla y Rodolfo Goerner, del Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 29, porteño, cara a cara con el presunto autor del homicidio, para reiterar su convencimiento de que es el hombre que actualmente tiene 36 años de edad, un psicótico y celópata que perseguía, acosaba y agredía constantemente a su hija “porque la quería solo para él y si no era así, para nadie” – sostuvo.
El padre de Marianela, Eduardo Rago y su hermano, Matías Rago Zapata, le pidieron en cambio a los magistrados que Francisco Amador fuera retirado del lugar cuando les correspondiera prestar declaración, por no poder soportar el impacto emocional de compartir el espacio con quien consideran que es el responsable de haberle arrebatado la vida a su ser querido.
El primero en declarar fue Matías, quien recordó el momento que ingresó al departamento de su hermana, adonde arribó luego de que la joven no contestara durante dos días los llamados a su teléfono celular, y la encontró muerta.
También sostuvo que justo en ese momento atendió por el portero eléctrico a Francisco Amador, quien se presentó en el lugar y a quien le dijo que su hermana estaba muerta y que había sido asesinada.
Si bien Matías dijo que no vio a Amador, Natalia Cavallo, pareja de Matías y quien también declaró como testigo, aseguró que ella sí se lo cruzó en la puerta del edificio y que lo observó “nervioso”.
“Llegué al departamento y estaba Amador. Le pregunté por qué estaba ahí y le pregunté qué le había hecho. Fue una intuición que tuve, me pareció muy extraño que estuviera ahí abajo. No sabía que tenía una relación en ese momento, era todo muy extraño”, remarcó en su testimonial.
A su turno, el padre de Marianela recordó un cruce que tuvo con su ex yerno cuando éste le levantó una vez la voz a su hija, que luego ocasionó que le pidiera disculpas.
“Creo que fue un ensañamiento con mi hija. Por dichos, me enteré que Amador le estropeó una cena, que la perseguía a donde iba, que le caía de sorpresa a dónde ella estaba y que la trataba mal. Una persona así está mal” – resumió.
Luego de declarar, la familia se estrechó en un abrazo con lágrimas en los ojos, al que se sumaron amigos que se acercaron al recinto judicial para acompañarlos.
Marianela fue hallada asesinada el 28 de junio de 2010, cuando su hermano Matías fue a ver qué pasaba en el departamento 7mo. «A» que la chica alquilaba en la calle Tucumán 2080, en el barrio de Balvanera.
La estudiante yacía en el piso del living y, según la autopsia, murió degollada y quien la asesinó le aplicó además 23 puñaladas con una cuchilla que desapareció del cajón de la cocina de la casa.
El autor del asesinato de la joven de 19 años, oriunda de Río Grande, se retiró del escenario del crimen llevándose un juego de llaves, dos aparatos de telefonía celular, una notebook, un reproductor de MP3, otro de DVD y una cámara de fotos.