COMO GOLPEA LA CRISIS ECONOMICA A TIERRA DEL FUEGO.
Desde que el dólar sumó una fuerte suba el pasado jueves por la tarde, al constante y vertiginoso crecimiento que venía experimentando en los últimos meses, los fueguinos – como todos los habitantes del país – acusaron el impacto del negro panorama que eso significa.
Algunos optaron por ir a los supermercados para intentar ganarle a la remarcación de precios que día a día se va evidenciando en las góndolas y por aprovechar las ofertas de fin de semana en productos no perecederos, como fideos secos, arroz, jabón para la ropa, pasta de dientes y jabón de tocador, entre otros artículos promocionados. Los electrónicos de oferta y en cómodas cuotas – coincidieron en señalar empleados de Carrefour y de La Anónima de Ushuaia y de Río Grande – tuvieron muy buena venta por parte de compradores que prefirieron invertir en ese tipo de bienes de confort a tener guardados los devaluados pesos argentinos.
El jueves muchos acudieron a los bancos a comprar dólares aún cuando parecía que los $34 de la mañana era un dislate y festejaron cuando apenas horas más tarde, al cierre del horario de atención al público, había trepado a los $42.-, confirmando una vez más la histórica y asertiva costumbre argentina de resguardarse en la moneda extranjera. En pocas cantidades no hubo mayores problemas para la compra de la divisa norteamericana aunque a los que aspiraban a llevarse sumas superiores a las mil unidades, se les pedía que aguardaran entre 24 y 48 horas, con los consecuentes enojos de quienes debían irse con las manos vacías y la incertidumbre de que el banco efectivamente se los entregara el viernes u hoy lunes. Un capítulo aparte fueron los que siendo poseedores de cuentas bancarias en dólares, quisieron retirarlos “por si las moscas” y se encontraron con la misma traba. En esos casos el malestar fue mayor ante la misma respuesta de empleados bancarios ya instruidos al parecer desde temprano para saber cómo contestar ante la insistencia del cliente.
Algunos más trataron de completar el tanque de nafta y ganar la diferencia de la suba que también experimentó el indispensable combustible a partir de las 0 de septiembre.
En cuanto al sello que caracteriza desde los 70 a Tierra del Fuego, que es el de productor de electrónicos, poco a poco se va desdibujando con la lenta pero constante desvinculación de empleados, por la vía del despido sin más ni más o del arreglo indemnizatorio. Cualquiera que tenga un familiar, amigo o conocido que trabaje en fábrica, puede dar fe de esta dura realidad.
Los comerciantes, por su parte, oscilan según sus criterios y la necesidad de efectivo o de cupones de tarjetas que tenga. Algunos tratan de vender a toda costa con ofertas imperdibles mientras que otros prefieren no vender. En este último rubro se alinean por un lado los que no pueden reabastecerse porque sus proveedores mayoristas tampoco les venden y también los que ya tienen un “colchón” que les permite resistir hasta que amaine la tormenta.
Diario Prensa le consultó a tres taxistas, actividad que es la caja de resonancia de un importante sector de la sociedad, sobre el ánimo de la gente ante los desalentadores informes de los noticieros nacionales sobre la marcha de la economía del país.
JULIO. PARADA DE TAXIS DE SAN MARTIN Y ONAS
“Tuve que dar de baja al chofer”
“Estoy laburando como todos los días pero con una sensación horrible de angustia porque la única realidad es que estamos mal. Tengo un 50% menos de recaudación, aunque me siento más horas que antes en el auto. Tenía un chofer pero lo tuve que dar de baja porque no me daba el cuero para mantenerlo. El se quedó sin laburo y yo me quedé solo, teniendo que trabajar más horas. La gente me cuenta, porque los taxistas es sabido que somos como psicólogos para los pasajeros – que en todos lados el ambiente es de preocupación, malo, que las cosas no están bien para nada y que todo está para atrás. Y con el aumento de la nafta peor. Seguramente seguirá subiendo y subiendo hasta terminar igualándose con el dólar. Cuando el dólar subió al carajo yo me preocupé mucho y sigo preocupado porque tengo siete hijos que mantener y se hace muy pesado, muy complicado. La verdad es que no sé qué decisiones está tomando este Gobierno porque parece que no tiene ningún plan. No hay esperanza de que esto vaya a mejorar, ni una luz al final del camino o un brote verde, todo es negro. Así me siento”.
OMAR, TAXISTA DE LA PARADA 22
“Creo que es hora de que el Gobierno se vaya”
“Ni siquiera quiero seguir escuchando la radio. Nosotros dentro de todo, día a día vamos juntando un mango, de a poquito vamos tirando para vivir pero la pregunta es qué pasará de acá en más. Si el Gobierno no puede frenar esta estampida del dólar y de los precios ¿a nosotros qué nos queda?. Vemos cómo vamos perdiendo poder adquisitivo día a día y es lamentablemente muy angustiante. Cada pasajero que se baja del taxi nos traslada la misma realidad porque estamos todos sin alternativas e igualados por la crisis. Para colmo no hay miras de que esto vaya a cambiar para mejor, parece que todo se está haciendo mal y el panorama es muy malo. Si el Gobierno piensa que este es un cambio para bien de la gente la verdad es que solo fue un cambio para perjudicarnos a todos. Yo trato de que mis pasajeros se bajen con una sonrisa porque les hablo de manera optimista, pero es muy difícil. Esto no va más. Recién hablando con un compañero me decía que ya no sabe qué hacer. Creo que es hora de que este Gobierno se vaya”.
RUBÉN, TAXISTA
“Hay gente que se lo toma con calma y otros se ofuscan”
“Mi jornada está tranquila, demasiado tranquila como viene pasando desde hace un tiempo. La verdad es que en nuestro trabajo influye mucho la situación generalizada que viene arrastrándose desde hace bastante. El trabajo en sí creo que ha bajado mucho de un año a otro y no es nada nuevo. Estamos acostumbrados. Hay gente que se lo toma con un poco más de calma, otros con humor y le pone un poco de onda al día, y otros que está muy ofuscada con esta situación. Entre mis pasajeros hay de todo un poco, está bastante diversificada la opinión de la gente”.
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