Un doble ataque del Estado Islámico en el Parlamento y en el mausoleo de Khomeini dejó 12 muertos

Fue un sorpresivo golpe reivindicado por el Estado Islámico (EI), el primero que comete el grupo islamista radical en el país persa.

Dos ataques coordinados, uno contra el Parlamento iraní y otro al mausoleo del fundador de la República Islámica, Ruhollah Khomeini, en el sur de Teherán, terminaron hoy con al menos 12 muertos y más de 40 heridos, en un sorpresivo golpe reivindicado por el Estado Islámico (EI), el primero que comete el grupo islamista radical en el país persa.

El Estado Islámico se adjudicó la realización de dos atentados simultáneos en Irán

Cuatro hombres fuertemente armados irrumpieron este miércoles a media mañana en la sede del poder legislativo iraní y abrieron fuego indiscriminado, lo que dejó un guardia muerto y varias heridos, informaron la agencia estatal de noticias iraní IRNA y el sitio HispanTV, que además indicaron que los atacantes fueron abatidos luego por las fuerzas de seguridad.

Poco después, un comando de tres hombres y una mujer irrumpieron en el mausoleo de Ruhollah Khomeini, líder de la Revolución Iraní y considerado el fundador del Estado moderno, donde también dispararon contra personas que se encontraban allí.

IRNA reportó que la mujer se inmoló delante del mausoleo y que la explosión provocó la muerte de un guardia de seguridad.

El vocero del mausoleo le dijo a la agencia de noticias iraní que el atentado ocurrió en las inmediaciones del edificio ubicado en el sur de Teherán.

Los Guardianes de la Revolución, un cuerpo de élite dentro del Ejército del país persa y con gran influencia en la política exterior de la República Islámica, vincularon hoy a Washington y a Arabia Saudita con los atentados reivindicados, en un comunicado en el que señala que los ataques se registraron después de la reciente reunión en Riad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con «uno de los gobiernos reaccionarios (el saudita) que siempre apoyó a los terroristas».

«La opinión pública considera esto muy significativo, y la reivindicación del EI es una muestra de que Washington y Riad estuvieron implicados en este acto brutal», agrega el comunicado.

Trump, por su parte, lamentó los atentados, y sugirió que Irán propició los ataques mediante su «patrocinio del terrorismo» en Oriente Medio.

«Subrayamos que los Estados que patrocinan el terrorismo se arriesgan a convertirse en víctimas del propio mal que promocionan», dijo el magnate republicano en un comunicado difundido por la Casa Blanca.

El ataque es el primero que la milicia yihadista reivindica en suelo iraní, donde las autoridades han reforzado las medidas de seguridad en torno a los edificios oficiales como la sede del gobierno.

La mayoría de las agencias de noticias internacionales reportaron hasta ahora 12 muertos, aunque aún no hay precisiones al respeto y se desconoce si esta cifra entregada por los servicios de emergencia de Irán incluye a los atacantes.

Poco después del hecho, el EI emitió un video en la aplicación de mensajería Telegram -que asegura fue filmado por uno de los atacantes dentro del Parlamento- en el que uno de los presuntos combatientes (fuera de cámara), parece disparar su arma dos veces a un hombre que yace inmóvil en el suelo.

Durante al menos cinco horas las puertas del Parlamento permanecieron cerradas y no se permitió la salida ni a los diputados ni a los periodistas allí congregados, lo que aumentó la confusión en torno a lo acontecido.

La agencia española EFE indicó que la parlamentaria Tayebé Siavoshí declaró que la situación fue «muy confusa y delicada», al negar informaciones preliminares de que todo estaba bajo control.

Según la agencia iraní IRNA, uno de los atacantes a la sede parlamentaria fue detenido.

Fuentes oficiales informaron que previo a estos ataques, una célula islamista fue desarticulada en el país y sus miembros detenidos, aunque no hay información sobre la relación entre ese grupo y los atacantes de hoy.

El doble atentado tiene lugar en plena crisis entre los países del Golfo por la decisión de Arabia Saudita y sus aliados de romper relaciones con Qatar, a quien acusan de «apoyar a grupos terroristas» y favorecer la agenda política de Irán, potencia chiita rival del reino sunnita.

El presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, restó importancia al ataque, al considerarlo un «asunto menor».

«Como todos saben, algunos terroristas cobardes se infiltraron en el edificio del Majlis (Parlamento), pero fueron repelidos», aseguró el dirigente, citado por IRNA.

«Esto es un asunto menor pero revela que los terroristas tratan de causar problemas», dijo, y añadió que los yihadistas están furiosos por la lucha de Irán contra el terrorismo.

Para la milicia sunnita del EI, Irán, de mayoría chiita, es un enemigo mortal pues apoya a milicias que combaten tanto en Siria como en Irak contra el EI, y es uno de los mayores aliados del presidente sirio, Bashar al Assad.

Los ataques fueron condenados de forma unánime por la comunidad internacional, desde Rusia y países vecinos a Irán hasta la Unión Europea y Estados Unidos.

El líder supremo de Irán, Alí Jameneí, aseguró que los atentados «no influirán en la voluntad del pueblo iraní y de sus responsables», que derrotarán «pronto a los terroristas».

En la misma línea, el presidente, Hasan Rohaní, subrayó que «la nación iraní neutralizará todo complot enemigo a través de la unidad» y reforzará «su determinación en la lucha contra el terrorismo».