Con el correr de las horas se van corrigiendo las primeras hipótesis y dilucidando qué pasó.
Aunque la primera información que brindaron las autoridades a los medios de prensa fue que el avión siniestrado no se precipitó desde el aire sino que se despistó sin haber nunca dejado tierra, con el correr de las horas esto se modificó al aparecer filmaciones que muestran a la aeronave describiendo un arco, descontrolada, para caer de costado al suelo.
“El avión no cae, no alcanza a levantar la nariz, sale de pista y se estrella” – había informado el Director de Defensa Civil Municipal, Sebastián Aguila, en horas de la tarde, pero por la noche, la versión quedó sin efecto ante la contundencia de imágenes en las que se puede ver al Lear Jet 35 matrícula LV-BPA, volando sin alineación, en descenso, hasta caer y explotar causando un estruendo que alertó a los riograndenses.
La filmación de tipo casera, tomada desde la sala de embarque del aeropuerto Gobernador Alberto Trejo Noel, permite ver por apenas unos segundos cómo la aeronave, todavía sobre el trazado de la pista, describe en el aire una curva descendente, como si en el interior el piloto hubiera estado luchando por corregir el rumbo y evitar una muerte segura, tal como poco después ocurrió. La inclinación hacia el costado izquierdo fue tomado como punto de inicio por los primeros peritos que intervinieron en el lugar, cuando fueron extinguidas las llamas, confirmando la presunción – al menos en una primera instancia – que el motor izquierdo fue el que falló e hizo perder estabilidad a la máquina.
Para el día sábado 2 de julio se espera el arribo de peritos especializados de la empresa propietaria de la aeronave siniestrada y también de la compañía de seguros, a fin de determinar qué ocurrió para que un vuelo de rutina, en el marco de un día de cielo limpio y sin viento, terminara de la peor manera.
Cabe resaltar que la aeronave Lear 35 A LV-BPA pertenece a la flota de aviones de la empresa Flying Argentina y era parte de la división Fliyng Med, dedicada a la realización de vuelos sanitarios en todo el país.
La causa que involucra el fallecimiento del piloto, Claudio Canelo y del copiloto, Héctor Vittore; del médico Diego Ciolfi y de la enfermera Denis Torres García, todos domiciliados en Buenos Aires, se sustancia en los estrados judiciales federales de Tierra del Fuego.
Más allá de los primeros indicios, las actuaciones están a cargo del Juzgado Federal de Primera Instancia de Río Grande, a cargo de Mariel Borruto y Marcelo Rapaport, a fin de determinar fehaciéntemente qué provocó la pérdida de cuatro vidas humanas, destacadas además en la profesión que cada una de ellas ejercía.
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