El evento concitó a niños de los barrios “El Escondido”, “El Mirador” y “Kaupén”.
En diálogo con Diario Prensa Libre, el edil explicó la labor social que realiza junto a su equipo de colaboradores en los sectores K y D, a través del respaldo a comedores, merenderos y grupos de docentes y médicos que realizan charlas educativas. “Los políticos tenemos que ser sensibles a lo que pasa. Ojalá no existieran los comedores ni los merenderos y ese dinero lo pudiéramos usar en promover eventos deportivos y culturales. Pero hoy la gente necesita esta ayuda y nosotros aportamos nuestro granito de arena”.
Luego de analizado el saldo positivo que arrojó la realización de una gran fiesta que tuvo como objetivo agasajar a los niños en su día, el concejal Gabriel de la Vega, expresó con satisfacción: “La idea fue festejar el Día del Niño o de las Infancias, como se dice ahora, con los chicos que viven en el sector K y D, en los barrios Mirador, El Escondido y kaupén. Allí está el comedor de Ermelinda Rivero, el “Pancitas Llenas Corazón Contento”, “Los Niños Felices” y el comedor de la familia Maciel. Realmente estoy muy contento por la respuesta que tuvimos porque realmente queríamos agasajar a los chicos, hacerles regalitos. Fue lindo verlos disfrutar de comer muchas cosas ricas como panchos, pizzetas, algodón de azúcar y tortas. Participaron de sorteos y se rieron con los payasos. Realmente trabajamos mucho con la organización Barrios de Pie y todo salió fantástico. Ver la carita de los niños, tan felices, nos hizo felices a nosotros. Por eso quiero agradecer especialmente a las empresas que colaboraron y a las que conozco por ser yo una persona de extracción gremial mercantil, del CECU. Nos dieron una mano muy grande”.
Consultado acerca de la realidad social que percibe en ese sector, De la Vega, respondió: “Aunque lamentablemente la pandemia agudizó las necesidades y nos vimos en la necesidad de abrir más comedores, la idea no es tener cada vez más comedores. Ojalá no fuera necesario que hubiera ni uno solo, pero es la necesidad la que nos lleva a buscar una manera de asistir a quienes necesitan alimentarse. Nosotros tratamos de aportar un granito de arena y ojalá pudiéramos hacer mucho más, porque en estos barrios y en otros también, hay mucha necesidad. A los merenderos y comedores no va la gente porque quiere o por comodidad sino porque realmente necesita comer. Hay muchas carencias, inclusive nosotros nos hemos organizado para entregar comida en tuppers, sumándole según sea el grupo familiar, el pan y los postrecitos para los chicos. La necesidad existe y hay que ayudar”.
El concejal se refirió también al padrinazgo que le ha brindado a un grupo de profesores, liderado por el docente José Luis Paredes, para promover la lectura infantil. “Nos organizamos con el grupo “Los Nadies”, para poder darle clases a 80 chicos de todo el sector. Con el profesor Paredes nos propusimos llevar la lectura a los niños a través de un proyecto que después fue considerado inclusive de interés municipal, llamado “El Pingüino Pin – Leo”. Así fuimos recorriendo con el pingüinito los barrios, llevándoles libros a los niños e incentivándolos a que lean. Lo que nos sorprendió es que nos encontramos con chiquitos de 11 y 12 años que no saben leer ni escribir. Esto es muy preocupante. Los profesores del grupo realmente se sienten muy mal cuando descubren esas realidades que nos interpelan y que nos llevan a tener que replantearnos muchas cosas. Hay que dar un giro urgente a esto porque además, la pandemia agravó el problema. Muchos nenes no cuentan con Internet, o en algunas casas hay un solo aparato celular para que estudien cuatro chicos.
Justamente el tema educativo también nos llevó a hablar con médicos que están haciendo su residencia en Ushuaia en el CAPS 7 y que se mostraron muy predispuestos a dar charlas de educación sexual a adolescentes y mujeres. La idea es que los profesionales les hablen sobre anticoncepción, métodos y que puedan responder inquietudes”.
Finalmente, el edil del bloque del Frente de Todos – PJ, compartió una de sus últimas experiencias en relación a su preocupación por los niños de Ushuaia, relatando que “días pasados fuimos al barrio Dos Banderas. Anunciamos antes por las redes que íbamos a pasar tocando bocina para entregarle a los chicos una bolsita con caramelos y un librito del Pingüino Pin Leo. Se nos cayeron las lágrimas al ver la alegría que tenían. Creo que de eso se trata. Los políticos tenemos que tener sensibilidad. Vuelvo a repetir que mi sueño sería que no hubiera más merenderos ni comedores y que el dinero que invertimos hoy en su funcionamiento, lo pudiéramos destinar a organizar eventos deportivos y culturales para los pibes, como una manera de sacarlos del ocio, de las drogas, del encierro y de la frustración”.
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