El femicida de Estela Suárez pidió a los jueces “una pena que no me mate en vida”

El femicida de Estela Suárez pidió a los jueces “una pena que no me mate en vida”

Carlos Gustavo López hizo uso de su derecho a dirigirse por última vez al Tribunal, antes del veredicto, oportunidad en la que dijo estar arrepentido.

Las hijas mayores de la víctima estallaron de furia al escuchar al hombre pedir “una pena justa” y autodenominarse “una buena persona”. Una de ellas le arrojó un objeto y debió ser desalojada de la sala. Fue condenado a prisión perpetua.

Tal como estaba previsto, el Tribunal de Juicio en lo Criminal Distrito Judicial Sur presidido por el juez Rodolfo Bembihy Videla, con las vocalías de los magistrados Maximiliano García Arpón y Alejandro Pagano Zavalía, condenó a prisión perpetua a Carlos Gustavo López, de 37 años de edad.
El veredicto fue dado a conocer después que el acusado hiciera uso de su derecho de dirigirse a los jueces antes de que éstos se retiraran a deliberar, el pasado viernes en horas del mediodía.
“Quiero pedirle a los jueces una pena justa, que no sea tan grave y que tampoco me maten a mí en vida. Les pido que por favor hagan su trabajo a conciencia, sin tener en cuenta lo que dirá la sociedad mañana en las redes sociales”, requirió con voz queda el sujeto que está sindicado por sus allegados como una persona violenta, de hábil manejo del cuchillo y de cuatrero.
López también pidió perdón y dijo que le remordía la conciencia todos los días por haber hecho algo “que nada tiene que ver con lo que me enseñaron mis padres ni conmigo, que soy una buena persona”. En una letanía que parecía aprendida de memoria en base a un texto dictado por su defensa, López manifestó: “No tengo palabras para pedir perdón. Quisiera encontrar las adecuadas. Todos los días me acuesto y me levanto con eso. Es muy difícil mi día a día sabiendo que soy una buena persona, trabajadora, como me enseñaron mis padres. Busco día y noche respuestas y no las encuentro. No se cómo pude haber llegado a esta situación y el daño que causé. No sólo le arruiné la vida a la familia de Estela sino también a mi propia familia. Mis tres hijos tendrán que escuchar de por vida en el colegio que son los hijos de un asesino”.
En la parte final de su alocución, el hombre que mantenía una tormentosa relación signada por los celos con su pareja de 53 años de edad y madre de 7 hijos anunció que decidió que el dinero que mensualmente percibe como detenido – peculio – sea destinado a los dos hijos menores de Estela Suárez, de corta edad.
En un momento dado de la exposición, algunas de las hijas de la víctima que estaban presentes en la sala de juicio comenzaron a insultar al imputado a los gritos, lanzándole un elemento no precisado, siendo escuchadas por otros familiares que aguardaban en la parte exterior del recinto, provocándose una verdadera batahola. Los jueces decidieron entonces la expulsión de la mujer que arrojó el objeto, demorandose unos minutos el regreso de la calma para que López decidiera si continuaba hablando o no. Días antes y en las redes sociales, las jóvenes habían sostenido que López era “un psicópata drogadicto” que había matado a Estela “por despecho”.
El imputado deberá purgar una pena de prisión perpetua por aplicación de la ley del año 2012 que incrementó la sanción que hasta ese momento se aplicaba por homicidio – de 8 a 25 años de cárcel – en caso que la muerte se le causare a una pareja o cónyuge.

Los hechos

Gustavo López fue acusado de matar a la trabajadora del sector maestranza del Colegio Don Bosco a alrededor de las 22 del 27 de octubre de 2019, en plena vía pública. El hombre oriundo de la localidad correntina de La Cruz había iniciado una relación sentimental con la víctima, nacida en Córdoba y madre de siete hijos.
Según se desprende del requerimiento de instrucción elevado por el fiscal Nicolás Arias, el imputado y Estela “habrían mantenido una discusión de índole sentimental, producto de los celos del hombre” la que derivó en la agresión de López a Suárez.
Para tal accionar el hombre “utilizó un cuchillo con el que le asestó puntazos a su ex pareja en la zona de la cara, el cuello y el tórax”, heridas de gravedad que poco después causaron el deceso de la mujer, pese a los esfuerzos por salvarle la vida de los médicos del Hospital Regional Ushuaia. En la vereda de la vivienda sita en la esquina de la calle Marcos Zar y Hielos Continentales, cayó agonizante Estela, luego de ser agredida fatalmente por su pareja, quien huyó del lugar dejándola en medio de un charco de sangre.
Quedó claro, por comentarios de amigos y familiares, que la pareja que se prodigaba todo tipo de manifestaciones de afecto en las redes sociales y publicaba fotografías testimoniales de su amor, estaba atrapada en una relación patológica, con varias separaciones y reconciliaciones y con celos enfermizos de parte de él. Hasta que todo terminó muy mal.

Celos

Según se pudo saber, los integrantes de la pareja estuvieron juntos en la casa de una de las hermanas de Estela, en la calle Marcos Zar al 360, esperando conocer el resultado de las elecciones nacionales que se celebraban ese día. En la ocasión ambos consumieron bebidas alcohólicas y comenzaron a discutir acaloradamente. El, ciego de celos, le hacía reproches y la acusaba de haber iniciado una nueva relación con otra persona. La disputa la continuaron a viva voz en el exterior de la casa, sacando el hombre sorpresivamente de entre sus ropas un cuchillo que comenzó a asestar una y otra vez contra el rostro, el cuello, el tórax y el abdomen de la infortunada mujer, que cayó sobre la vereda, con apenas un hilo de vida. Cuando la vio desmoronarse, López huyó del lugar a pie, siendo localizado por personal policial de la Comisaría 2da caminando por la calle Fuegia Basket. Testigos que presenciaron la detención relatan que el sujeto parecía estar bajo los efectos del alcohol y shockeado. Repetía que no recordaba ni sabía nada y que estaba confundido.


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