Río Grande.
Lo detienen, lo sueltan y vuelve a delinquir. La historia se repite con Juan Ramón Aguilar Calisto, un conocido delincuente que, amparado por la saturación carcelaria y las excarcelaciones exprés, protagonizó en las últimas horas un tercer robo al mismo comercio.
Un hombre de 39 años fue detenido en la madrugada de este jueves 17 de julio tras ser sorprendido intentando huir por los techos, luego de ingresar con fines de robo ¡por tercera vez! al restaurante “Lo de Nené”, ubicado sobre calle Almafuerte al 500, en Río Grande. Se trata de Juan Ramón Aguilar Calisto, quien ya había sido vinculado a otros dos episodios delictivos en el mismo comercio los días 19 y 24 de junio.
La detención se produjo alrededor de la 1:00, cuando personal policial de la Comisaría Primera realizaba tareas preventivas en la zona y advirtió movimientos sospechosos en el predio del local. Al inspeccionar el lugar, los uniformados encontraron un bolso vacío y un martillo, y al dirigirse al sector posterior, sorprendieron al sujeto escalando un muro en un intento de huida, siendo inmediatamente reducido y aprehendido.
En presencia del propietario del restaurante, se constató el forzamiento de la puerta de emergencia, lo que confirmó las intenciones de ingreso ilícito. Como viene ocurriendo, nuevamente el fiscal dispuso su detención por el delito de tentativa de robo.
Como ya fuera publicado, Juan Ramón Aguilar Calisto, al igual que muchos otros sujetos que se encuentran en situación de calle, posee múltiples antecedentes que dan cuenta de su reincidencia y la falta de respuestas efectivas del sistema judicial ante casos como el suyo. Aguilar Calisto ha protagonizado un sinnúmero de delitos contra la propiedad privada pero también registra en su historial, este mismo año, de una agresión física. El 15 de febrero, más precisamente, le arrojó un caño de hierro a un policía, luego de circular a elevada velocidad por Río Grande y trasponer un semáforo en rojo.
El caso vuelve a poner en evidencia la crítica situación carcelaria que atraviesa la ciudad de Río Grande, realidad que presuntamente estaría motivando el proceder laxo de los jueces a la hora de decidir las excarcelaciones. En tanto los vecinos y comerciantes como los dueños del restaurante nuevamente violentado, siguen expuestos a hechos de inseguridad constantes.