El Gobierno nacional consideró que el dispositivo instalado en Tierra del Fuego por la empresa Leolabs, con domicilio en Londres y Dublín, puede interferir comunicaciones, captar información de las Fuerzas Armadas Argentinas y responder a intereses de los servicios de inteligencia de Gran Bretaña y de la OTAN.
Así lo afirmó el titular del Ministerio de Defensa de la Nación, Jorge Tatiana, quien entregó en la Casa Rosada un informe técnico militar en el que argumenta por qué dispuso la cancelación definitiva y el retiro del radar emplazado en la localidad fueguina.
El ministro de Defensa de la Nación decidió cancelar la actividad del radar emplazado en la ciudad de Tolhuin por parte de la empresa Leolabs, de capitales norteamericanos y británicos por considerar que representa “un riesgo para la seguridad nacional”.
Por medio de un detallado informe técnico que contó con el aporte de las Fuerzas Armadas, el INVAP y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) se asegura que el radar «afecta severamente la soberanía de la Argentina en las Islas Malvinas y el Atlántico Sur”. En dicho informe se advierte que los radares de la empresa Leo Labs estarían en condiciones técnicas de transmitir información y de filtrar datos sensibles para la seguridad nacional. A la vez, se detalla que la compañía podría tener nexos con servicios de inteligencia de Gran Bretaña y de la OTAN.
El documento que Defensa entregó el martes 1ero de agosto al jefe de Gabinete, Agustín Rossi, ordena taxativamente cancelar el proyecto de Leo Labs en Tierra del Fuego y comunicar al Gobierno fueguino que deberá disponer el cese de las actividades que la compañía británico-estadounidense desarrolla en Tolhuin.
El informe de Defensa añade un documento de la Inspección General de Justicia de Tierra del Fuego en donde consta que la empresa en cuestión tiene domicilio en Londres y en Dublin y que cuenta con una sede en Ushuaia con sociedades en Irlanda y el Reino Unido. “Esto atenta contra la defensa de la soberanía de la Argentina en las islas Malvinas” – señaló Taiana – asegurando que “se corre un alto riesgo al tener una empresa con conexiones con el Reino Unido instalada en Tierra del Fuego para manejar información sensible en una zona cercana a las Islas Malvinas ocupadas ilegalmente por Gran Bretaña. Los radares de alto alcance están a 500 km de distancia de las Islas Malvinas, un territorio ocupado por una potencia extranjera que a su vez es aliada de quien está interesado en hacer funcionar esas antenas».
Por pedido de Defensa, la Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad ya había decidido suspender los efectos de la Disposición N° 8/22, a través de la cual se autorizó con carácter precario a la empresa Leo Labs a instalar y poner en funcionamiento en Ushuaia una Estación Terrena en Banda S, con el fin de rastrear y monitorear objetos en ambiente LEO (Low Earth Orbit), lo que junto con el radar instalado en Tolhuin, también quedó sin efecto.