El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Río Grande prevé una reunión con el gremio mercantil para abordar la nueva modalidad instalada, con el pase de trabajadores en blanco a monotributistas. Aun en medio de la crisis, no avalarán un encuadre ilegal.
El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, José Luis Iglesias, se refirió al proceso de precarización laboral que se está dando junto con la pérdida de empleo, a partir de comercios que han optado por la modalidad de pasar sus empleados en blanco como monotributistas.
Si bien reconoció un contexto crítico y recesivo, con una caída en la facturación “de hasta el 30 por ciento” según el rubro, advirtió que la entidad no avalará una modalidad de empleo ilegal y, al regreso del presidente Diego Navarro está previsto un encuentro con el Centro de Empleados de Comercio, para acordar acciones con el sector sindical.
En diálogo con la prensa, sostuvo que es una situación “que se está instalando como nueva modalidad”, y lo vinculó a la profundización de la crisis que viene impactando en el empleo al punto de dejar el plantel mínimo para que un comercio pueda funcionar. Para algunos comerciantes el pase del empleado en blanco al monotributista es la única manera de sostener la fuente laboral, porque no pagan las cargas sociales, pero “legalmente no corresponde”, sentenció.
“Estamos esperando que vuelva Diego Navarro de Buenos Aires, que está realizando actividades de la CAME, y tenemos una reunión pendiente con el CEC para adecuar la nueva escala salarial y hablar del problema con el monotributo. Yo lo llamo un empleo low cost, porque es la forma de empleo más barata donde el empleador no hace ningún tipo de aporte”, dijo.
Admitió que ya no son casos aislados y “hay gente que se está bajando del empleo formal”, porque hay consentimiento del empleado para no perder su trabajo, pero “después tributa por dos pesos como monotributista y el gremio tiene que darle asistencia. Esto le genera un problema al gremio, porque le baja la caja. Por otro lado para el empleado, tenemos a la misma persona que estaba haciendo el mismo trabajo por 30 mil pesos, que ahora le pagan 14 mil”, afirmó, exponiendo no sólo una modalidad ilegal que quita la cobertura de la relación de dependencia, sino que además no respeta la escala salarial.
“Es preocupante y uno entiende al comerciante que dice que no tiene otra alternativa, pero hay cosas que legalmente no corresponden y uno no puede avalar lo que han hecho. Se tendrán que atener a las consecuencias”, sentenció.
“Por las conversaciones que ya venimos teniendo con el gremio de manera informal, nos damos cuenta de que esta situación está instalada”, alertó, decidido a poner un freno junto con el sector sindical porque, si este proceso sigue avanzando, “no pueden quedarse todos los empleados de Río Grande sin su tutela sindical por esta nueva modalidad de contratación de trabajo”, dijo.
El contexto recesivo acarrea todo tipo de informalidad, no solamente la de esta forma de empleo en la cual el trabajador figura como prestador de servicios o proveedor del comercio, sino que además están proliferando los comercios ilegales por las redes sociales, y a través de los conocidos ‘showrooms’ que se instalan en viviendas particulares, sin ninguna habilitación comercial. “Es una situación completamente injusta para el comercio formalmente declarado”. y estamos pidiendo el apoyo a todos los estamentos que tienen que ver con la registración y el seguimiento de todo este tipo de actividades. Vamos a pedir un compromiso a las agencias de recaudación, municipios, gobierno, AFIP y Aduana, para que nos ayuden a combatir esto”, señaló.
La diferencia de precios que ofrece el comercio informal es notable y profundiza la crisis para el sector, que enfrenta aumento de alquileres, de tarifas, acuerda aumento de salarios, y además debe enfrentar los embargos de la AFIP si no cumple en tiempo y forma con los aportes por el personal empleado.
“Río Grande en particular tiene costos muy altos con respecto a otras localidades. Cualquiera que haya pagado un seguro del auto, del negocio, ve que todo este tipo de cosas se dolariza enseguida y por otro lado no hay un correlato en la facturación. La alternativa más fácil es vender ilegalmente en un garaje, o por intermedio de las redes sociales, y perjudica a la persona que tiene su negocio. Esto hace que el comerciante se enoje, se retraiga, y los empleados mismos se ven la cara unos con otros todos los días y saben que esto nos va a afectar a todos”, planteó.
En conjunto con el municipio apuntan a la venta delivery de bebidas alcohólicas como punto de partida para empezar a combatir la informalidad. Fuimos muy bien recibidos tanto por el Dr. Runín como por Sonia Castiglione, y van a pedir la cooperación de las agencias de remises, de la asociación de taxistas, para ver de qué forma podemos ayudar para que se venda legalmente, en los horarios estipulados y con la normativa precisa. Las infracciones tienen que ser verdaderamente ejemplificadoras”, reclamó Iglesias.
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