En diálogo con la prensa, la funcionaria se refirió comentó que luego de la veda invernal se retomaron varios trabajos, tras presentar los protocolos al COE y se pudieron retomar tareas que quedaron pendientes del mes de marzo.
«La mirada del Instituto es integral, poder inyectarle a los barrios la infraestructura y luego las viviendas, no ir detrás», afirmó Hernández y destacó que el IPV tiene la «mala experiencia donde generaron viviendas sin infraestructura que originó muchas complicaciones».
Contó también que en Tolhuin hay una obra que está en etapa final, «pero se requiere de gente especializada y estamos buscando mano de obra local, tenemos parada la obra que le 20% del total para terminar».
«Mañana nos toca exponer en la Legislatura donde anunciaremos obras que nos permitirán arrancar con un plan de 1000 viviendas en las dos ciudades», anticipó la presidenta del Instituto Provincial de la Vivienda y sumó que «el área técnica tiene resuelto el proyecto que respetó la parte ambiental».
Hernández acentuó que «desarrollamos ponencias donde pusimos énfasis en el área social, que tenemos en cuanto a ingreso, número de integrantes del grupo familiar y placa de fichas de inscripción».
Por otro lado, indicó que desde marzo no se toman inscripciones para incorporarse al registro de demanda habitacional por la pandemia y detalló que en Ushuaia hay una demanda de 5000 personas aproximadamente, 4711 en Río Grande y 233 en Tolhuin.
En tal sentido denunció que el «cuello de botella» se generó en los últimos cuatro años, ya que «no hubo una política de viviendas».
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