En estos tiempos en que repensar las ciudades ocupa un lugar central en las agendas ligadas a la innovación y la búsqueda de mejoras para la calidad de vida de las poblaciones, no está demás destacar la importancia de plantear diseños urbanos cuya propuesta fundamental exceda la reconocida y siempre presente necesidad de generar vivienda para sus habitantes.
Desde ya que la vivienda propia es el primer sueño de cualquiera familia, pero en los términos de la ciudad compleja en la que estamos inmersos en estos tiempos, existen una suerte de riqueza “extra” que también tallan a la hora de pensar en generar grandes mejoras en los indicadores sociales, que incluyen no sólo elementos de riqueza material, sino también concebir la calidad del espacio vivido.
Es por ello que hoy cobra tanta relevancia política remitirse y estimular las múltiples propuestas que se vinculan al aumento del bienestar social general de los territorios que habitamos. Así, por poner un ejemplo simple pero contundente, en aquellos ámbitos encargados de planificar una ciudad, no puede concebirse la construcción de viviendas sin reservar superficies del ejido urbano a los espacios o zonas verdes en sus variados formatos.
Igual importancia cobran los cinturones verdes, aquellos que son pensados y delineados con el propósito de generar un proyecto de transformación de las fronteras entre lo urbano y lo rural a través de la creación de zonas de encuentro sin desatender los programas de vivienda digna, participación comunitaria, espacios públicos y la sostenibilidad integral en general.
La importancia de contar en las ciudades con espacios verdes
Estos espacios verdes, las más de las veces integrados de tal forma a nuestra vida cotidiana que solemos pasar por alto su función e importancia, hacen alusión a segmentos cubiertos de vegetación natural o artificial, ubicados dentro de la ciudad o en su periferia y generalmente de carácter público.
Gracias a ellos, las ciudades logran, por ejemplo, reducir la temperatura y atenuar los niveles de ruido urbano hasta proveer refugio a la fauna y flora nativa o exótica u ofrecer espacios de recreación e interacción comunitaria.
Trátese de cinturones verdes o áreas verdes urbanas, en la forma de avenidas, bulevares, plazas, bosques urbanos, jardines delineados y dibujados por árboles o parques, estas superficies comparten un propósito fundamental: ofrecer servicios ecosistémicos (captura de carbono, provisión de agua de calidad, generación de oxigeno, amortiguamiento de fenómenos naturales como inundaciones, etc.), que representan los beneficios intangibles que los diferentes ecosistemas o biomas ponen a disposición de la sociedad de manera natural, además de influir directamente en el sostenimiento de una vida saludable, generando bienestar para la población.
Por suerte, para quienes nos desvela la cuestión urbana, existen variados ejemplos de espacios verdes en la región y el mundo, cuyo aumento considerable de estas superficies se ha ido promoviendo en virtud de cambios en las maneras de ver, sentir y transitar la vida urbana. El bosque de Chapultepec en la ciudad de México o los Lagos de Palermo en la ciudad de Buenos Aires, son ejemplos regionales de insoslayable referencia.
¿Ushuaia en tránsito hacia una ciudad sustentable?
Un dato frecuentemente pasado por alto indica que Ushuaia cuenta con un ejido municipal de poco más de 100 Km2 donde el 50% del territorio corresponde a bosque nativo y áreas verdes y la otra mitad a la mancha urbana o construida. Se trata de un número altísimo de metros cuadrados de espacios verdes por ciudadano, si lo comparamos con el estatus de otras ciudades de nuestro país.
La magnitud del bosque nativo y las aéreas verdes de Ushuaia nos confieren una serie de beneficios en materia de calidad de vida humana excepcional. No es menos cierto que además, el Municipio está dando una vitalidad inusitada al trabajo de mantenimiento y puesta en valor de áreas verdes urbanas, generando un plus valor a la capital provincial que no debe subestimarse desde ningún punto de vista.
Así, podemos recordar rápidamente, los trabajos realizados en el corredor costero de Ushuaia, cuyo objetivo es dotar de valor socioambiental a los sectores que atraviesan vías transitables, corredores peatonales, áreas de esparcimiento como el Paseo de la Rosas y la Reserva Natural Urbana Bahía Encerrada. Esta última merece un comentario aparte, ya que ha sido un trabajo comulgado entre ABE (Asociación Bahía Encerrada) y la Municipalidad de Ushuaia, otra acción sin precedentes en el ámbito de la ciudad ya que por primera vez se cuenta con un Plan de Manejo acordado entre varias ONG´s.
El listado podría incluir a los diferentes playones recreativos como “El Choconcito” ubicado a la vera del arroyo Buena Esperanza, donde el trabajo comunitario ha dado nueva vida al sector y su área de influencia.
Ushuaia, ciudad sustentable
Los activos ambientales mencionados con que cuenta hoy en día nuestra ciudad, le ha valido a Ushuaia la posibilidad de ser parte de las cuatro ciudades argentinas (junto con Salta, Mendoza y Mar del Plata) seleccionadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para comenzar un trayecto asistido hacia una “ciudad sustentable”, en un trabajo coordinado con la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
Así, gracias al trabajo que se viene llevando adelante en lo que hace al saneamiento y remediación ambiental, como a la puesta en valor de sus espacios verdes, Ushuaia ha sido galardonada por ONU para el desarrollo de proyectos ambientales concretos, con miras a replicar experiencias en otras ciudades en la búsqueda de lograr beneficios globales como la mitigación de gases Efecto Invernadero, la protección y conservación de áreas naturales y el mejoramiento de la capacidad de adaptación y resiliencia urbana.
Se trata sin dudas, de continuar hacia una transformación integral urbana, donde el espacio público cobra un lugar preponderante. Una propuesta de cambio de piel urbana, primer órgano vital para la mejora en la calidad de vida, donde la reconstrucción de los espacios verdes y la innovación tecnológica se repotencian no solo para evitar que el patrimonio verde se deteriore o pierda espacio dentro del entramado urbano, sino para incorporarlo a la vida ciudadana como parte de los procesos democráticos actuales.
Por eso es muy importante tomar conciencia sobre la importancia de estos espacios verdes, mantenidos y recalificados por la actual gestión municipal, sumado a los tantísimos atractivos naturales de la ciudad, sin los cuales hubiera sido poco probable que la ONU Medio Ambiente posara su mirada para ingresar a Ushuaia en sus proyecciones. Hoy los fueguinos transitamos la senda de lograr una capital provincial sustentable y moderna. Es cuestión de creer que podemos lograrlo y trabajar todos en consecuencia y sin especulaciones.
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