Ocurrió el domingo en horas de la noche.
Florencia Eliana Mansilla asesinó a cuchillazos a Alexis Bacciocchi en su casa, en Río Grande, y difundió a través de las redes sociales un video en el que explicó que lo hizo porque el hombre la acosaba y amenazaba. Se encuentra detenida por ser posible autora del delito de homicidio simple.
Una mujer de 27 años de edad, residente en la localidad de Río Grande, subió a sus redes sociales un video en el que refirió que acababa de matar a un hombre de 34 años, a quien identificó como Alexis Bacciocchi y que lo hizo porque él permanentemente le decía que la iba a sodomizar. Mientras se alejaba del cadáver e intentaba abrir un portón con un manojo de llaves de la víctima, refirió que hace un tiempo había publicado que un sujeto la había estado molestando. En ese momento encuentra al parecer entre las pertenencias de Bacciocchi una manopla de metal del tipo que se usa para golpear con mayor contundencia, expresando “¡qué hijo de puta”. Con una tranquilidad inusual para la situación, Mansilla continuó relatando que desde hacía un tiempo el hombre le decía que “me iba a romper el culo, que yo era de él, que él era mi dueño…Tenía un par de problemas y no la paraba. Así que hoy le dije que lo iba a ir a ver ”.
Utilizando el celular como espejo, la mujer se mira de costado la oreja derecha rajada y sangrante, lo mismo que sus manos, chupándose inclusive un dedo durante su exposición.
“Vine a su casa y le hablé de lo mal que me sentía. Día a día, noche a noche, todo el tiempo. Traté de ser sincera con él y de decirle que lo quería matar porque no me dejaba tranquila y soñaba todo el tiempo muchas cosas de él. Discutimos y discutimos y lo apuñalé” – confesó, incriminándose.
“No sé cuantas veces porque se movía mucho, todo el tiempo. No me dejaba hacer algo limpio para que no sufra… aunque en realidad sí quería que sufra pero que no muriera. Mi intención era que se asustara tanto que no volviera a meterse conmigo nunca” – continúa diciendo con el aparato de telefonía en una mano mientras que con la otra sigue probando llaves en la cerradura.
“Ya llamé hace muchos minutos a la Policía, les di todos los datos, les dije quién era yo, pero todavía no vienen. Yo quiero que se apuren porque quiero salir de esta escena. No es lindo para nadie. Es muy fea” – agrega mientras se fastidia porque no encuentra todavía la llave que le permita abrir el portón y dice “tiene muchas!” – en alusión a quien acababa de matar. “La Policía tarda para todo, igual que la Justicia” – sostiene mirando a la cámara, con un rictus de sonrisa.
“No me va a volver a tocar nadie” – se la escucha afirmar con tono afligido, como si pensara en ese momento en alguna situación de abuso sexual sufrida.
Cuando por fin encuentra la llave que abre, sigue grabando y le pide perdón a sus seres queridos: “a mi familia, a los padres de mis hijos que tenían miedo de que Alexis les hiciera daño porque es – habla en tiempo presente – un loco de mierda. Y quiero decirles a todos que no podría permitir que alguien tan insignificante le causara dolor a mis familiares. Me duele todo esto porque no quería llegar a esta instancia. Yo solo quería que parara de manosearme”.
Poco después arribó al domicilio sito en calle Punta Popper 363, un patrullero con una comitiva policial que encontró el cadáver del profesor de música y tatuador, tendido en el exterior de su vivienda, en el jardín anterior del terreno. A su lado Florencia Mansilla le decía “Perdoname, perdoname”.
Por disposición de la jueza de feria Cecilia Cataldo la mujer fue esposada e introducida al móvil policial y luego conducida a la guardia del Hospital Regional Río Grande para ser asistida y para cumplimentar el paso de rigor previo a ser alojada en un calabozo, privada de la libertad en calidad de presunta autora del delito de homicidio simple.
Obsesionado
Florencia Mansilla, quien en las redes sociales interviene bajo el pseudónimo “Quienquiera kesea”, difundió además del video en el que confiesa el crimen de Alexis Bacciocchi, capturas de pantalla de presuntas comunicaciones a través de WhatsApp con su víctima. En ellos se puede leer que al parecer Bacciocchi tenía algún tipo de obsesión con Florencia Mansilla, dado que repetidas veces le dice que la quiere sodomizar y que ella le practique sexo oral, ofreciéndole a cambio de lo que él llama “un trabajo”, un pago consistente en “merca, licores y comida”.
Según se pudo saber, la mujer padece de adicciones que la han llevado inclusive a perder la custodia de sus hijos, situación que la persona asesinada habría aprovechado para convencerla de que accediera a sus pretensiones: “Aceptá el trabajo, no seas idiota. Si no te van a picar las piernas y el cuerpo”, le habría dicho Bacciocchi en referencia a los síntomas de abstinencia.
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