UNA ESPERANZA PARA NICO
El joven Nicolás Brizuela, quien sufriera una descarga de 13.200 voltios en momentos en que cumplía sus tareas laborales en la usina de la Cooperativa Eléctrica de Rio Grande, sigue luchando férreamente por su vida contradiciendo todos los pronósticos iniciales. El 19 de noviembre “Nico” ingresó en estado desesperante al HRRG con gravísimas quemaduras internas y externas a consecuencia de la electrocución, debiendo amputársele pocas horas más tarde su brazo derecho. Aunque la falla generalizada de sus órganos internos, principalmente los riñones y la necesidad de conectarlo a un respirador mecánico y de inducirlo a coma farmacológico no le permitía ser optimista al cuerpo interdisciplinario que lo asiste en el nosocomio, el muchacho no se da por vencido y comenzó a denotar algunas mínimas pero esperanzadoras mejorías. 72 HORAS CRUCIALES Los médicos del Hospital Regional Rio Grande sometieron ayer a Nicolás a una “toilette quirúrgica”, consistente en una limpieza por abrasión de cepillado de los tejidos quemados superficiales de la piel, con la finalidad de limpiar la superficie dérmica para evitar infecciones y favorecer la cicatrización. La mejor noticia para familiares y amigos fue que sus riñones comenzaron a funcionar por sí solos, no siendo necesario continuar sometiéndolo a diálisis con máquinas. Según trascendió en el ámbito médico, las próximas 72 horas serán cruciales continuando el paciente en el área de terapia intensiva, constantemente monitoreado
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