Kevin Sullivan, subsecretario de la gestión del presidente de E.E.U.U., Joe Biden tomó distancia de los dichos del titular del Ejecutivo argentino, Javier Milei, sobre las Islas Malvinas, quien especuló que por trabajar con E.E.U.U en conjunto en la nueva Base Naval Integrada, en Ushuaia, se lograría resolver el conflicto con el Reino Unido.
Ante las enfervorizadas declaraciones del libertario, el funcionario estadounidense las refutó ante la prensa nacional, negando que se haya plasmado una alianza entre su país y Argentina para recuperar Malvinas. “Los temas que estamos trabajando en Ushuaia son potenciar la investigación científica en la Antártida y asegurarnos que la logística disponible en esa zona sea adecuada. Todo lo demás son especulaciones” – afirmó.
Ante los recientes dichos del presidente Javier Milei sobre la nueva Base Naval Integrada que se está levantando frente a la ciudad de Ushuaia, en la zona costera próxima al aeropuerto internacional y su intención de “recuperar las Malvinas” de manos de los británicos, Kevin Sullivan, subsecretario Adjunto para América Latina, señaló todo lo contrario.
“Lo primero que hay que resaltar es que no hay ningún cambio en nuestra política hacia las islas. Estados Unidos sigue teniendo una postura neutral frente a la disputa entre dos amigos, Argentina y el Reino Unido, y la reciente visita de la general Laura Richardson a la zona, no cambia eso en absoluto” – señaló el funcionario norteamericano.
De esta manera Sullivan salió al cruce de las declaraciones públicas hechas por el libertario, quien refirió, en una entrevista con el periodista Alejandro Fantino, que su visita a Ushuaia para saludar a la generala Richardson había sido “el mayor acto de soberanía de los últimos 40 años” y que haber logrado aliarse con la potencia norteamericana, en una suerte de “padrinazgo” era una situación que beneficiaba a Argentina ante el Reino Unido. “Sáquenla ahora del ángulo..” llegó inclusive Milei a expresar, en tono futbolístico, en un imaginario diálogo con los ingleses.
El funcionario estadounidense fue claro al explicar durante su visita de tres días a Buenos Aires, que el interés de su país se orienta “a potenciar la investigación científica en la Antártida y en la zona. Queremos asegurarnos que la logística disponible sea adecuada, sobre todo dado el volumen del turismo que estamos viendo en Ushuaia y Tierra del Fuego. Tengo entendido que por año actualmente están llegando más de 100 mil personas a un lugar que no tiene mucha infraestructura. Uno quiere tener la logística y capacidad para dar respuesta a cualquier situación que pueda surgir allí. También nuestro interés está en intercambiar ideas sobre la libre navegación comercial en esos estrechos que son importantes para el mundo”.
Para que no queden dudas que su país no tiene ni la más remota intención de pronunciarse a favor de Argentina en la disputa por Malvinas, y que mucho menos procedería en contra del Reino Unido, al que apoyó plenamente en la guerra de 1982, pese a las afiebradas declaraciones del mandatario argentino, el representante estadounidense reiteró: “Las actividades que estamos desarrollando en Tierra del Fuego tienen que ver, como mencioné, con la investigación científica en la Antártida, el cambio climático y conservación y otros aspectos que hacen a esa zona; el turismo creciente y también la capacidad para dar respuesta a cualquier situación que pueda surgir allí. Nada más que eso. No hay que hacer demasiadas especulaciones sobre otros temas” – concluyó el representante de Joe Biden, de modo lapidario.