“Esto no le tiene que pasar a ningún otro chico”

Alejandra Contreras, madre de Tomás Ivanoff.

La mamá del joven de 21 años que fue golpeado y pateado en su domicilio por sus ex empleadores, pidió a la Justicia que actúe con celeridad y que tome las medidas necesarias para evitar nuevas agresiones. “Hoy mi hijo podría estar muerto” – expresó muy preocupada.

Alejandra Contreras, mamá de Tomás Ivanoff, continúa temblando cada vez que suena el teléfono, porque teme recibir malas noticias. Es que el 9 de noviembre, entró a su casa su esposo corriendo para decirle que su hijo estaba lesionado porque sus ex jefes habían irrumpido por la fuerza en su vivienda y lo habían agredido salvajemente.
“El miércoles pasado acababa de hablar con mi hijo y al ratito siguiente llegó mi marido desesperado buscándome y diciéndome que lo habían golpeado a Tomás. Salí enseguida y me fui hasta la casa en donde está él viviendo con su novia. Cuando llegué vi policías afuera y a Julieta García – encargada de la peluquería Il Salone Social Club – afuera, sentada en el cerco. Yo solo quería verlo. Y cuando subí la escalera, no podía creer cómo estaba… Tenía golpes por todos lados, la ropa rota, la piel enrojecida por el agua hirviendo que le tiraron y en shock. Es difícil describir cómo se siente una madre cuando ve a su hijo en ese estado…”.
Acerca de cómo ocurrieron los hechos en el lugar, Alejandra relata lo que le contó su esposo, que estuvo allí todo el tiempo hasta que llegó la Policía: “Mi marido estaba visitando a Tomás porque le había llevado un bafle y en eso entró por la fuerza a la casa Joaquín Pons, su ex empleador. Enseguida se le sumó Julieta García, encargada del local en el que Tomás trabajaba como peluquero, y entre ambos comenzaron a pegarle y golpearlo. Julieta le tiró el agua caliente mientras Joaquín empujó a mi marido para afuera y le trabó la puerta para que no pudiera volver a entrar. El escuchaba los gritos de mi hijo y llamó a la Policía. Creo que eso salvó a Tomás porque así se fueron y lo soltaron. Si no, quizás hoy lo estoy llorando en el cementerio”.

Todavía conmocionada, Alejandra agrega: “No podía creer cómo estas personas entraron por la fuerza sin escuchar a mi marido que les pedía que por favor se retiraran, que eran los abogados los que debían reunirse para resolver las cosas. Justamente al día siguiente, el 10, tenían una audiencia. Todo fue una locura. Después Joaquín pudo escapar y a Julieta se la llevaron presa, pero yo sigo temiendo por la vida de mi hijo. Ellos le dijeron que las cosas no iban a quedar así…”.
La madre de Tomás no deja de sentir pesar “porque mi hijo me comentó unos días antes que estaba preocupado y que temía que le hicieran algo malo, después de ser notificados de que él los había demandado. Esta gente lo había ido a buscar a su nuevo trabajo y habían amenazado a los dueños para que lo echaran… Yo le dije `quédate tranquilo, hijo. Cosas así solo pasan en las películas o en las series de televisión. Pero pasaron…Esto es inaudito. El hizo un reclamo sobre un tema que debió perfectamente ser dirimido de manera sensata y en la Justicia, como corresponde y no poniendo en riesgo la vida de un joven que solo reclamaba sus derechos”.
Finalmente, Alejandra pidió a los jueces que atienden las causas caratuladas “violación de domicilio” y “lesiones” en perjuicio de su hijo Tomás, que “por favor hagan Justicia. Yo nunca imaginé el terrible proceder de esta gente. ¡Dios mío!. Ingresar con total impunidad a un domicilio ajeno, golpear a un chico. ¡Qué gente de mierda!. Lo peor es que después de tanto tiempo de trabajar con ellos, bancándose de todo, encima le hayan hecho esto. El, como tantos otros jóvenes, solo quería tener la oportunidad de acceder a un trabajo digno. Hay muchos chicos que a la hora de independizarse sufren lo mismo. Hay muchos Tomás, lamentablemente no es el único. Pero para esta gente él era uno más de tantos que pasaron y sufrieron el mismo maltrato en su local. Por eso le pido a la Justicia que cumpla con su deber. Gracias a Dios mi hijo está con vida”.