Falleció “Sosita” en un incendio

Falleció "Sosita" en un incendio

Ocurrió en una precaria casilla emplazada en Gobernador Paz entre Yaganes y Antártida Argentina.

Falleció "Sosita" en un incendio

Aunque el cuerpo encontrado entre los escombros aún continúa en espera de ser identificado oficialmente por los peritos forenses judiciales, en la morgue del Hospital Regional Ushuaia, familiares, amigos y conocidos de Pablo Ariel Sosa, apodado “Sosita”, dan por hecho que fue él la víctima del incendio ocurrido el jueves 2 de junio.
El igneo se produjo alrededor de las 23.25 en una pequeña y precaria construcción de madera ubicada en el centro de un amplio terreno ubicado en Gobernador Paz Nro. 64, entre las calles Yaganes y Antártida Argentina, delimitado por un cerco de chapas. Un portón cerrado con una cadena impidió a los efectivos policiales de la Comisaría 1era que habían sido convocados por los vecinos, acceder a la construcción en llamas, por lo que debieron saltar a través de él mientras esperaban a los bomberos que arribaran con herramientas para forzar el candado.
Con dos unidades de incendio y una dotación, el personal bomberil cortó el metal e introdujo las mangueras para comenzar a apagar las altísimas lenguas de fuego que iluminaban la oscuridad y que podían verse desde distintos puntos de la ciudad.
Al aplicar el protocolo de rigor que consiste en cortar el suministro de energía eléctrica y gas, los bomberos se percataron de que la casilla no contaba con ninguno de los dos servicios, presumiendo que debido a ello no estaba habitada. Lamentablemente, cuando por fin pudieron extinguir las llamas, alrededor de dos horas después, encontraron un cadáver en un sector próximo a la puerta. Los restos sobre los que hasta este momento solo se puede inferir que corresponden a una persona de sexo masculino, fueron trasladados a la morgue del Hospital Regional Ushuaia en donde serán sometidos a una autopsia.
Cabe destacarse que en el mismo terreno se encontraba estacionado un vehiculo Peugeot Partner al que los servidores públicos debieron romperle la ventanilla anterior izquierda para colocarlo en marcha neutra y alejarlo del alcance de las llamas y un rodado Volkswagen Voyage, que no sufrió daño alguno.

Falleció "Sosita" en un incendio

Identificación por las redes

Aunque los restos calcinados del ocupante de la casilla incendiada completamente la noche del jueves, todavía permanecían sin ser tocados por los peritos forenses judiciales al cierre de la presente edición, en las redes sociales ya se había dado a conocer la identidad de la víctima.
Para la Justicia el hombre es un “N.N” hasta que se realice la correspondiente autopsia y se proceda a su identificación oficial.
No obstante, sus familiares y amigos enterados de lo ocurrido, inmediatamente dieron a conocer en las redes sociales su pesar por la pérdida de Pablo Ariel Sosa.
Cabe destacar que se trata de una persona muy conocida en Ushuaia porque era frecuéntemente visto entregando volantes en las calles, vestido con traje de presidiario. También se representaba de ese modo en los colectivos turísticos. Aunque la mayoría de las veces era cordial y simpático, resultaba obvio que su vida estaba afectada por el alcoholismo, ya que muchas veces caminaba extraviado o tambaleante.
En los mismos sitios, quienes lo conocieron elaboraron un poema en forma anónima, en el que lamentan su muerte y también desnudan la realidad de la sociedad fueguina.

“Morir en la indigencia y la soledad”

Allí ibas, vestido a rayas, preso de tu propia vida, repartiendo un volante.
Como únicos amigos la soledad y esa botella de alcohol, compañera de tantas noches de frío.
Aparecías como un relámpago, mezcla de dolor y alegría, y así ibas por la vida en busca de no sé qué.
Cualquier lugar era bueno para dormir, menos el manto de estrellas del frío sur, de tu Ushuaia querida.
Así por la vida ibas, mezcla de alcohol y nostalgias de épocas vividas.
No sé, quizás te ignoraban o con asco te trataban; otros simplemente pasaban… como almas sin vida.
Y así viviste llevado por las cosas que solo tu mente creía; y así pasaste como nadie… para nadie en tu vida.
Ya no se verá tu imagen parada en cada esquina, al lado del cole o renegando a veces; otras regalando alegría, con un vino en la mano o un pedazo de pan.
Chau Pablito..te fuiste como vivías, rodeado de gente… con sus almas sin vida.
Nadie te pudo salvar, nadie te vio pasar cuando tu alma se iba.
Y así vivimos, en una sociedad dormida, cada cual en la suya ignorando al otro y tratando de salvar su propia vida en un mundo cada vez más triste, en un mundo cada vez más solo, en un mundo en el cual vos. ..ya no estarás cada día.
¡Vuela alto, Pablo, alto, muy alto, que quizás allí, en donde ahora te encuentres, tendrás alegría!.


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Diario Prensa
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