LOS TRES NIÑOS DE 8 A 12 AÑOS DE EDAD, INVOLUCRADOS EN UN HECHO DE ABUSO SEXUAL, NO VOLVERAN A LA ESCUELA – LA NRO 13 ALMIRANTE GUILLERMO BROWN – EN LA QUE CURSAN 6TO Y 3ER. GRADO, HASTA QUE ESTEN DADAS LAS CONDICIONES, ADELANTO LA ABOGADA DE DOS DE LAS TRES PARTES. “PARECÍA QUE IBAN A SALIR CON TRIDENTES Y ANTORCHAS A QUEMARLOS”, SOSTUVO.
Tal como ya se informara, el martes de la semana pasada tomó estado público un hecho de abuso sexual por parte de dos menores, de 12 años, hacia otro de 8, en el domicilio familiar. Como los tres, que además son hermanastros, concurren a la Escuela Nro 13 Almirante Guillermo Brown, sita en Gobernador Paz 1811 en Ushuaia, algunos padres creyeron que lo ocurrido había tenido lugar en los baños del edificio escolar y así lo dieron a conocer por distintas FM y redes sociales.
Fue necesario que tomara intervención el juez de Primera Instancia de Familia y Minoridad, Alejandro Ferretto, quien se hizo presente el viernes último en el establecimiento, para llevar calma y claridad sobre lo acontecido.
En la ocasión, Diario Prensa entrevistó al magistrado quien había acudido a la escuela para ponerse en contacto con autoridades del colegio y con los padres que se habían convocado a pedir explicaciones.
En la oportunidad, el juez confirmó la existencia del hecho y también la inimputabilidad de los tres menores involucrados: “No podemos imputar responsabilidad alguna a chicos que tienen entre 8 y 12 años y no hay de parte del juzgado ninguna actuación que tienda a la investigación penal para imputar ningún tipo de responsabilidad”, dijo. Adelantó también que “el expediente va a quedar cerrado con una resolución formal de inimputabilidad”.
COMO SIGUE EL CASO
Aunque el titular del Juzgado de Minoridad y Familia afirmó que a los tres chicos involucrados – los dos que obraron como agresores y el menor agredido – no puede alcanzarlos ningún tipo de efecto penal, deberán someterse a terapias junto a sus padres.
“Habrá una intervención y seguimiento en la familia por parte del juzgado. Hemos dispuesto que participen de espacios terapéuticos y controles medicos, con sus chicos. Les exigimos que ese espacio terapéutico sea cumplido y fueron notificados mediante actas que en un plazo de cinco días debían acreditar en el expediente que ya tenían los turnos preacordados. También se dio intervención a la Dirección de Protección Integral para hacer los abordajes y evaluaciones con los equipos interdisciplinarios pertinentes, porque hay que descartar que este acceso a situaciones que no tienen nada que ver con su grado madurativo, no se deba a una situación que vivan en el interior de las familias. Lo primero que hicimos fue disponer una evaluación con pericias de personalidad de los papás, de las mamás, y otra con los chicos, en un marco de contención porque tienen entre 8 y 12 años”.
DOS DE LOS PADRES DE LOS MENORES INVOLUCRADOS EN EL CASO DE ABUSO, BUSCARON ASESORAMIENTO LEGAL.
Abogada sostiene que “no hubo delito” y que “son cosas de la niñez”
La Dra. Carolina Osta, abogada de los padres de los dos menores de sexto grado de la Escuela 13, Almirante Guillermo Brown, sindicados como hostigadores sexuales de su hermanastro de 8 años, quien concurre al tercer grado del mismo establecimiento, negó la existencia de delito y atribuyó los hechos a “cuestiones de la niñez”.
La abogada explicó su decisión de aclarar la situación en los medios “por todas las falacias que se hicieron públicas. Es un tema muy delicado y se hizo todo lo contrario de respetar a los niños, al exponerlos y vulnerarlos, frente a la opinión pública. Esto va a terminar por caer en la cabeza de estos pequeños, que de ninguna manera cometieron el hecho que se les imputa”, sostuvo.
La Dra. Osta informó con respecto a cómo se originaron las actuaciones que “hubo una denuncia por parte de uno de los papás, que yo no represento. Entiendo que es normal tener miedo pero el tema es saber cómo canalizarlo. En mi caso soy madre de una nena chiquita y, si me enterara de una situación como la que se planteó, también tendría miedo. Uno se tiene que poner en lugar de los niños y, antes de opinar o hablar,
debe recurrir a los medios idóneos para trabajar esta temática”.
Osta opinó también que “el mismo papá que se expuso públicamente está poniendo en evidencia quién es su hijo. La situación se debe dilucidar con las herramientas adecuadas, con un tratamiento psicológico idóneo, con tratamiento médico, pero nunca de una manera pública que los exponga, porque se causa un daño irreparable”.
Sobre la actitud que los adultos han manifestado ante el caso, la profesional se mostró sorprendida ante el grado de crueldad de los comentarios que proliferan en sitios de Internet o WhatsApp: “Yo tuve acceso al chat de los padres a los efectos de buscar una medida de protección, y la verdad es muy cruel lo que leí. Había comentarios bastante tenebrosos, exponiendo el nombre y apellido de los nenes. Por eso no sólo vamos a buscar el restablecimiento de los chicos, sino que también es intención de hacer cesar esas actitudes con las herramientas jurídicas que tenemos a nuestro alcance, siempre a los fines de resguardar los derechos de los chicos”.
En relación al marco punible del hecho, habida cuenta que se trata de menores de edad que están muy por debajo de lo que regula el sistema penal juvenil, la abogada sostuvo que “los chicos ni siquiera son imputables. Son niños muy chicos que no pueden entender la criminalidad o la no criminalidad de las situaciones que se han dado. Tampoco lo que ha sucedido implica un delito. Esto es más común de lo que la gente piensa, tiene que ver con cuestiones de la niñez y, más allá de que no es un hecho feliz, tiene que ser trabajado con profesionales idóneos. Es una situación que debe ser resuelta con psicólogos, con médicos, para que los chicos puedan reincorporarse al colegio, porque ante los sucesos públicos los padres temen por su integridad”, manifestó.
Precisamente sobre la situación en la que se encuentran los tres chicos, que hace ya diez días que están faltando a clases en el tramo final del ciclo lectivo, la abogada informó que “los menores no están yendo a clases porque hay temor de los padres de enviarlos al colegio. Fue una manera de resguardarlos. El establecimiento cuenta con medidas para hacer un acompañamiento académico hasta tanto nos podamos asegurar de que los chicos van a ser tratados como debe ser”.
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