Alegatos en el juicio contra Dylan Blanco y Mía Villanueva.
La Fiscalía, a cargo del letrado Jorge López Oribe, consideró acreditado que los dos acusados, de 19 y 20 años de edad, planearon y ejecutaron el brutal ataque contra Lautaro “Lauty” Ortigoza, a quien dejaron gravemente herido en el predio del ex frigorífico CAP, con lesiones que requirieron más de 200 puntos de sutura.
A una semana del inicio del juicio oral en Río Grande por el intento de homicidio de Lautaro “Lauty” Ortigoza, de 18 años de edad al momento de los hechos, el martes último se escucharon los alegatos del fiscal Jorge López Oribe, quien solicitó al Tribunal que los acusados Mía Martina Villanueva y Dylan Catriel Blanco – éste último primo de la víctima – sean condenados a una pena de 20 años de prisión efectiva.
El representante del Ministerio Público Fiscal sostuvo que durante el debate oral quedó debidamente acreditado que el hecho, ocurrido el 11 de junio de 2024 en la zona del ex frigorífico CAP, fue ejecutado mediante un plan común, con premeditación, alevosía y la participación involuntaria de un menor inimputable. La calificación legal solicitada fue la de homicidio doblemente agravado por el vínculo y la alevosía, en grado de tentativa, con concurso premeditado de dos personas y participación de un menor de edad, en carácter de coautores.
Según describió el fiscal, la víctima fue citada mediante engaños en el descampado del frigorífico a través de la red social Instagram de un menor de edad, de la que se apropió Mía Villanueva para hacerse pasar por el titular de la cuenta. Allí, Lautaro Ortigoza fue atacado por sorpresa por su primo Dylan Blanco, quien lo apuñaló en el cuello, rostro y cabeza con un cuchillo que había llevado desde su domicilio. Villanueva, en tanto, no solo ideó la emboscada, sino que participó activamente durante la agresión: además de convocarlo a través de la cuenta de un tercero, lo alumbró con el flash de su celular y alentó con saña al ejecutor material del ataque, según la acusación.
Tras creerlo muerto, los agresores lo arrastraron hasta un desnivel del terreno y lo dejaron colgado cabeza abajo de una estructura metálica, expuesto al frío extremo de la época del año, desangrándose y en estado de hipotermia. El fiscal destacó que “solo la desconfianza previa de Lautaro, que logró enviar su ubicación poco antes de llegar al lugar donde había sido citado, y el heroico accionar policial le salvaron la vida… solo por eso sigue vivo, por su juventud y su voluntad propia de su difícil vida”.
Es importante destacar que Ortigoza fue rescatado con un mínimo hálito de vida y permaneció internado en terapia intensiva durante casi tres semanas. Presentaba múltiples lesiones: fracturas en el cráneo y el rostro, heridas cortantes profundas, y más de 200 puntos de sutura. Requirió asistencia respiratoria mecánica y estuvo en estado crítico. Su cuello hoy todavía exhibe la huella de la traqueotomía a la que debió ser sometido.
López Oribe aseguró que tanto la planificación como la intención homicida estuvieron presentes desde el inicio. Rechazó la versión de Mía Villanueva, quien intentó desligarse de los hechos en su declaración indagatoria, y la calificó de “mentirosa y manipuladora”. Dijo que “implantó la semilla del odio en Dylan y en el menor que poseía la cuenta de Instagram desde la que fue citada la víctima ” y la consideró principal responsable del hecho. Además, remarcó que difundió conversaciones privadas del atacado para desacreditarlo, borrando luego los mensajes de sus dispositivos.
Respecto de Blanco, el fiscal señaló que hay prueba abundante de su autoría: el testimonio de la víctima, huellas de calzado, la ropa lavada con sangre, el cuchillo hallado que pertenecía a su domicilio y lesiones en sus propias manos compatibles con el demencial ataque. También rechazó el testimonio que brindó durante el juicio, en el que intentó eximir de responsabilidad a Mía Villanueva. “Fue una estrategia defensiva”, aseguró el fiscal en su exposición, volviendo a remarcar que ambos imputados comparten la responsabilidad de atentar grávemente contra la vida de Lautaro Ortigoza.
López Oribe concluyó afirmando que “no existen causas que justifiquen el accionar de los acusados ni elementos que reduzcan su responsabilidad penal”, para luego poner el acento en la extrema violencia del hecho, el vínculo amoroso entre la víctima y el victimario, primos además entre sí; el uso de un menor como herramienta de engaño y la inexistencia de atenuantes.
El juicio continuará este jueves con los alegatos de la defensa, a cargo de los abogados Rita Marchi y Juan Carlos Assan, luego de lo cual el Tribunal pasará a deliberar y dictar sentencia.