Comenzó el juicio por el asesinato de la estudiante riograndense Marianela Rago ocurrido el 28 de junio del año 2010, en Buenos Aires. Su ex novio es el único imputado.
A 13 años del crimen por el que fue sobreseído en cinco oportunidades, el acusado, de 36 años de edad actualmente, llegó a la sede porteña del Tribunal Oral en lo Criminal, el día lunes último, para enfrentar cargos por el delito de homicidio simple, dado que en aquel entonces no existía la figura de femicidio.
“Soy inocente, señores, no he cometido el crimen del que se me acusa. No soy culpable”, afirmó Francisco Amador el lunes último al comenzar su exposición ante los jueces Hugo Navarro, Juan María Ramos Padilla y Rodolfo Goerner, del Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 29, en Buenos Aires.
El único imputado en el juicio, actualmente ya un hombre adulto, contó durante más de dos horas que conoció a Marianela en Río Grande y en el año 2004, cuando ambos cursaban el último año del colegio secundario. Refirió también que recién cuatro años más tarde se pusieron de novios y que a principios del 2009 ambos se instalaron en Buenos Aires, en donde Marianela comenzó la carrera de periodismo y él la de programador informático.
Francisco Amador consintió en que los jueces le hicieran preguntas y no ocultó que la relación que tenía con su pareja estaba signada por sus celos y arrebatos de enojos.
Recordemos que, Marianela Rago Zapata, quien al momento de ser asesinada solo tenía 19 años, era de Río Grande, pero se encontraba en Buenos Aires estudiando periodismo en el ETER, cuando el 27 de junio de 2010 no asistió a una juntada con sus amigos para ver el partido que la Selección Argentina por los octavos de final en el Mundial de Sudáfrica 2010. Sus amigos se preocuparon al notar que la chica no contestaba los mensajes, ni atendía llamados y así fue que, el 28 de junio por la noche, su hermano se dirigió hasta el departamento que alquilaba en la calle Tucumán 2080 y la halló asesinada en el living. Justo en ese momento tocaba el timbre también Francisco Amador, quien le refirió que estaba preocupado por la joven.
La autopsia, reveló que Marianela murió degollada y que quien la asesinó le aplicó 23 puñaladas con un cuchillo que desapareció del cajón de la cocina de la casa. El asesino también se llevó un juego de llaves, dos teléfonos celulares, una notebook, un reproductor de MP3, otro de DVD y una cámara de fotos.
Francisco, oriundo de Tierra del Fuego, inmediatamente se convirtió en sospechoso cuando el círculo de amistades y allegados de la víctima contó una serie de episodios de maltrato hacia Marianela.
El muchacho de 24 años por aquel entonces, inmediatamente fue detenido, se procedió a allanar su casa, y se le secuestraron varias prendas de vestir, declarándose en todo momento inocente. En su indagatoria, reconoció que el 24 de junio pasó la noche junto a Marianela en el departamento de la calle Tucumán, pero que en la madrugada del 27 junio había salido con una chica a la que pasó a buscar por Palermo y llevó hasta su casa en Caballito, coartada ratificada por testigos y que le permitió ser liberado a los pocos días.
Entre 2013 y 2018, la jueza de Instrucción Karina Zucconi lo sobreseyó a en cinco oportunidades al sostener que no habían pruebas suficientes para incriminarlo y que en el departamento de la víctima se hallaron rastros del posible asesino, como por ejemplo una huella en una lata de gaseosa y una pisada, que fueron cotejados con él y que dieron resultados negativos.
La fiscal Sánchez fue la que apeló y finalmente en el 2018, la Sala VI de la Cámara del Crimen procesó a Amador de forma directa en base a un nuevo dato de la muerte de Rago, al pasado violento del acusado y las lesiones que presentaba que podrían haber sido producto por la víctima en su defensa. La funcionaria también remarcó que en la casa del acusado hallaron una remera y un pantalón de corderoy recién lavados y con una pequeña mancha de sangre en un bolsillo y se le secuestraron dos cuchillos que podrían ser compatibles con el arma homicida.
Asimismo, la Sala VI indicó que el propio Amador «reconoció que antes de romper su relación amorosa tenían discusiones fuertes, sobre todo en el último mes» y que, en su último encuentro con la víctima, tres días antes del crimen, Marianela le había confesado que había empezado a salir con otra persona.
Si llegara esta vez a ser condenado, Francisco Amador debería responder por la figura de “homicidio simple”, que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión, dado que la de “femicidio” al momento de ocurrido el crimen, no existía.