Gas y dignidad

Correo de lectores

¿Sabrá el ministro de Economía de Tierra del Fuego, Francisco Devita, que en verano usamos una sola carga de gas envasado?. La única que está subsidiada. ¿Y que en el invierno usamos 2 cargas?. Las únicas subsidiadas. Si nos pasamos de eso se pagan sin subsidio. ¿Sabrán los funcionarios, que seguro tienen red de gas natural domiciliario, cuántas cargas precisamos para no pasar frío en `el verano´ fueguino? ¡3! ¡como mínimo 3! Es decir que las otras dos debemos pagarlas sin subsidio. ¿Sabrá cuántas precisamos en invierno? ¡Entre 4 y 5!. Los que no nos pasamos del subsidio es porque andamos emponchados en nuestras casas, cosa que ningún fueguino con red de gas natural hace porque, por el contrario, andan de ojotas y remera. Entonces si nos van a quitar que al menos nos den libre uso de gas como a todos los que tienen red y nos cobren el máximo a todos, que no ha de ser de más de 10 mil pesos porque el funcionario no debe pasar frío y los jueces menos, y pagan dos mangos. Además los que no queremos pasarnos del subsidio nos ayudamos con salamandras, aunque la camionada de leña sale como 150 mil pesos y no dura más de 3 meses.
Esta es la versión de quienes padecemos el ahorro del uso de gas porque no nos queda otra, mientras que el funcionario y todos los que cobran más de un millón cómo políticos y jueces y el 60 por ciento de los fueguinos que tienen red de gas también subsidiado, de uso ilimitado, pagan dos pesos.
Es fácil, malicioso e injusto de parte del funcionario presentarlo de esa manera. Que diga cuánto cobra y que diga cuánto paga de gas de red subsidiado y sin tener que andar cocinando con bufanda adentro de su casa. O calentando los ambientes para acostarse y después tener que bajar las perillas para no gastar. Levantarnos en el invierno muertos de frío, con los hijos pasados de frío, a las 7 de la mañana, con las narices heladas, es indigno. Entonces, que nos den las mismas posibilidades que a todos los que tienen red, que por cierto consumen un gas que también está subsidiado.
Las empresas, los que viven en barrios cerrados, todos están subsidiados y a nadie le cuestionan cuánto cobran.
Tener gas en la casa no es un privilegio, aunque muchos estamos en desventaja.

Vecina del barrio Akar, de Ushuaia.