El titular del Juzgado de Instrucción Nro 1 procesó a la imputada por el delito de “homicidio agravado por el vínculo” y la embargó por 4 millones de pesos.
En las últimas horas el juez Javier de Gamas Soler consideró que la acusada mató a su pareja, Alejandro Ramón Báez, de un cuchillazo en el pecho, causándole la muerte, el 13 de noviembre último, en Ushuaia. La homicida gozaba de libertad condicional porque en el año 2019 había sido condenada a 5 años de prisión por robo agravado por el uso de arma.
El titular del Juzgado de Instrucción Nro 1 del Distrito Judicial Sur, Javier De Gamas Soler, decidió procesar a la imputada Gina Eliana Cárdenas, de 25 años de edad, por considerarla autora material y penalmente responsable de la muerte de su pareja, Alejandro Ramón Báez, de 26 años, valiéndose para ello de un cuchillo que le habría asestado en el pecho. El magistrado se expidió de ese modo sobre el hecho de sangre ocurrido el pasado sábado 13 de noviembre en un departamento del barrio Monte Gallinero, en Ushuaia, en medio de una fuerte discusión que fue escuchada por los vecinos.
La resolución del juez De Gamas está acompañada de certificados médicos emitidos luego de la autopsia del cuerpo de Báez, en los que se hizo constar que el hombre murió a raíz de una puñalada que le perforó un pulmón.
La situación de Gina Cárdenas es muy comprometida, habida cuenta que la figura penal aplicada por el magistrado para su procesamiento es la de “homicidio agravado por el vínculo”, la que sumada a la condena previa existente con la que ya cuenta la mujer, por un robo en el que también usó un cuchillo a modo de amenaza, la coloca ante la posibilidad de una condena a prisión perpetua.
Además del procesamiento, De Gamas embargó a Cárdenas en la suma de 4 millones de pesos y dispuso que continúe privada de la libertad hasta la realización del juicio oral.
Vale destacarse que Gina Eliana Cárdenas fue condenada en el año 2019 a cinco años de cárcel por haber sido encontrada junto a otros dos sujetos, responsable del delito de robo con uso de arma. En esa ocasión, la mujer también protagonizó una escena con un cuchillo tipo Tramontina y amenazó a los asaltados Miguel Jesús Gamarra y Gustavo Ariel Jara, exigiéndoles sus pertenencias y utilizando frases como “¿dónde esta la plata y la droga?”.
Pasión y muerte
En la causa judicial se pueden leer las declaraciones de varios vecinos que manifestaron haber escuchado una discusión a los gritos entre Gina y Alejandro, provenientes del interior de la pieza que alquilaban dentro de un departamento del barrio Monte Gallinero.
Todos coincidieron en que la mujer le pedía a viva voz a su pareja que cesara algún tipo de acción “porque no te quiero lastimar”. El relato permite inferir que la mujer intentaba disuadir al hombre, advirtiéndole que no la obligara a herirlo.
Los mismos testigos dieron cuenta de otros detalles teñidos de desborde emocional y pasional por parte de la mujer, madre de una niña pequeña, afirmando que escucharon cómo ella luego de asestarle el cuchillazo en el pecho, le pedía perdón.
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