“Hasta que gran parte de la población esté vacunada deberemos seguir con el distanciamiento social y el uso de barbijos”.

“Hasta que gran parte de la población esté vacunada deberemos seguir con el distanciamiento social y el uso de barbijos”.
“Llegó el Doctor” Entrevistas, recomendaciones y comentarios del Dr. César Berenstein

Entrevista a una de las profesionales abocadas a la creación de la vacuna anti COVID 19.

 

La destacada profesional María Elena Bottazzi se refirió a la inquietud que gran parte de la población tiene ante la inminencia de la vacunación contra el coronavirus. ¿Qué se puede esperar de la vacuna? ¿Por cuánto tiempo dará inmunidad? Puede verse afectada su calidad por el tiempo acotado que hubo para desarrollarla? y… ¿volveremos alguna vez a la vieja normalidad?, son solo algunas de las preguntas que el Dr. César Berenstein le realizó para Diario Prensa Libre.

 

“Hasta que gran parte de la población esté vacunada deberemos seguir con el distanciamiento social y el uso de barbijos”.
Dra. María Elena Bottazzi

La Dra. María Elena Bottazzi es referente en el tema vacunas a nivel internacional. Nacida en Italia, vivió gran parte de su vida en Honduras y completó su formación en EEUU. Actualmente es codirectora de la Escuela Nacional de Medicina Tropical y  profesora de pediatría, virología molecular  y microbiología del Colegio Baylor de Medicina, de Houston, Texas.

César Berenstein: ¿Cómo funcionan las vacunas?

Dra. María Elena Bottazzi: Llevo más de 20 años colaborando para generar vacunas muchas veces para las poblaciones rurales más desatendidas. Ahora también estamos investigando una vacuna para el virus que provocó esta pandemia. Es importante conocer que las vacunas son productos medicinales que hacen que nuestro cuerpo practique, es decir, que crea que ha visto uno de estos microbios y se prepare para cuando el germen venga de verdad.  Cuando esto suceda deberá funcionar como un armamento de defensa para evitar si es posible la infección pero sobre todo evitar que se desarrolle en nosotros la enfermedad. En el caso de COVID 19 tenemos ambas aspiraciones, evitar que el virus genere la enfermedad y la muerte pero también esperamos que no pueda entrar en nuestras células y se replique en nuestro cuerpo.

CB: ¿Por cuánto tiempo son efectivas las vacunas?

Dra. M.B.: Existen vacunas que las recibimos de pequeños y tienen una memoria suficiente para inmunizarnos por el resto de nuestras vidas. Otras requieren dosis de refuerzo cuando somos adultos y en casos como la del virus de la influenza (gripe) hay que vacunarse anualmente. Esto depende de cómo se diseñó la vacuna pero sobre todo de las características del patógeno para el cual la hemos desarrollado. Si es un virus que muta con gran rapidez como el mencionado virus de la gripe, entonces la vacuna deja de protegernos si no la modificamos y volvemos a administrar.

CB: ¿Existen diferencias sustanciales entre las vacunas que se están investigando para COVID 19?

Dra. M.B.: La buena noticia es que existen varias vacunas que se están desarrollando para atacar proteínas específicas de este virus que llamamos spike (picos o espigas) independientemente de si están realizada con ARN, si es recombinante o si es producida por un vector viral. Todas producen una proteína contra el spike que es necesario para la supervivencia del virus ya que lo utiliza para entrar en nuestro organismo. Si todos estos tratamientos demuestran que previenen el ingreso a la célula, que todas son seguras, que generan la producción de anticuerpos neutralizantes, no va a ser importante quien las produzca. Lo que quiero dejar en claro es que mientras tanto, hasta que haya un importante porcentaje de la población ya inmunizada contra el virus, deberemos seguir manejándonos con distanciamiento y uso de mascarillas.

CB: ¿El estar investigando apurados, contra reloj, puede llevar a cometer errores al alterar las fases de producción de una vacuna?

Dra. M.B.: Se están cumpliendo todas las etapas de investigación. Se ha logrado llevar a cabo en forma muy acelerada porque la tecnología existente es mucho más avanzada que algunos años atrás. Cuando el virus apareció se tardó menos de una semana en identificarlo y también su código genético. Por otro lado si bien es un virus nuevo, pertenece a la familia coronavirus con la cual ya estábamos familiarizados por otras epidemias anteriores y utilizamos los conocimientos previos para desarrollar las vacunas y la verdad es que está funcionando en forma adecuada. En este caso en lugar de llevarnos 2 o 3 años para elaborar “la receta” del tratamiento alcanzó con 2 o 3 meses. Otro factor fundamental es que somos muchos trabajando en el mismo problema, hubo intercambio de información y colaboración. Finalmente en lugar de hacer estudios que involucren sólo alguna población y luego reproducirlo en otro país, se están llevando adelante las pruebas en muchos lugares del mundo al mismo tiempo, trabajando en forma paralela en lugar de hacerlo en forma secuencial. Esto genera la sensación de que se trabaja con apuro, pero detrás están todas las organizaciones de regulación y de ética que están haciendo el monitoreo de los procesos de investigación.

CB: También hay temores por la aparición más tardía de efectos adversos, ¿pueden aparecer una vez que las fases de investigación hayan concluido?

Dra. M.B.: Las peores reacciones se identifican muy rápido, principalmente en los primeros 2 meses, por lo que la mayoría de estas eventuales complicaciones aparecerían en la etapa de investigación. De todas maneras, la evaluación continúa más allá del momento en que concluye el trabajo experimental, las organizaciones de regulación mantienen la vigilancia sobre la presencia de reacciones indeseables.

CB: ¿Cuándo estima que va a volver nuestra vida a la normalidad?

Dra. M.B.: Las vacunas van a aportar una herramienta más de lucha contra la pandemia pero cada uno de nosotros deberá mantener aún las estrategias que están vigentes: barbijo, distanciamiento y lavado de manos. Hagamos la predicción que si la vacuna empieza a administrarse en los primeros meses del próximo año, podremos empezar a ver sus efectos en la segunda mitad de 2021. O sea, hasta el año 2022 no veremos el efecto final que es la interrupción de los efectos de este virus.

La Dra. María Elena Bottazzi nos da un panorama optimista con respecto a las vacunas que se están desarrollando en todo el mundo para detener la pandemia, sin embargo nos señala que deberemos tener mucha paciencia ya que sus efectos no serán tan rápidos y deberemos mantener las medidas efectivas ya conocidas para atenuar el contagio. Paciencia y esperanza, parece ser su mensaje.


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