EL SINIESTRO OCURRIO EN MAGALLANES 558.
Personal bomberil descubrió que debajo de las unidades habitacionales manos anónimas habían iniciado tres focos ígneos con algún tipo de líquido acelerante. Afortunadamente nadie resultó lesionado.
Ayer jueves 16 de mayo a alrededor de las 15 se desarrolló un fuerte operativo bomberil y policial ante un pedido de auxilio que daba cuenta de la existencia de un incendio en la calle Magallanes 558, planta alta y baja. Al llegar al lugar, los efectivos policiales de la Comisaría 1era y bomberos del Cuartel Central, prestaron ayuda a los ocupantes de un departamento en cuyo interior se encontraba Nicolás Ezequiel Draps, de 22 años de edad, junto a su hijo Milo, de dos años de vida y a quien estaba en otra vivienda sobre una planta superior, identificada como Paola Griselda Benítez, de 33 años.
Finalizadas las tareas de extinción del fuego se produjo el hallazgo debajo del departamento en el que se encontraba el hombre con el niño, más precisamente entre el piso de la vivienda y el suelo, de tres focos causados con algún tipo de elemento acelerante como nafta u otro combustible, provocados por autores desconocidos, por lo que se caratuló el caso como “incendio hipotético intencional”.
Momentos después se convocó a integrantes de la División Policía Científica para la toma de fotografías y realización de pericias que permitan determinar mayores precisiones sobre el siniestro.
Afortunadamente, el pequeño, su padre y la mujer del departamento superior no sufrieron lesiones de ningún tipo. Anoticiada de lo ocurrido, la propietaria de las dos viviendas, Estela Márquez, de 53 años de edad, radicó denuncia penal, siéndole restituidas horas más tarde por el Juzgado de turno interviniente.
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